Un grupo de ladrones de identidades han puesto a la venta nada menos que 21 millones de registros de cuentas bancarias que permitirían acceso indiscriminado a estas cuentas. El precio de estos datos robados es de 12 millones de euros.
Los crackers encargados del robo de identidades se pusieron en contacto con dos periodistas, que se habían hecho pasar por posibles compradores de esos datos. Recibieron un CD en el que tenían nada menos que los datos de 1,2 millones de cuentas bancarias de usuarios alemanes.
«Nos llevamos con nosotros la primera entrega, un CD con 1,2 millones de cuentas, algo que no imaginábamos«, comentaba uno de los periodistas del diario WirtschaftsWoche, que aseguró que «en el peor de los casos, tres de cada cuatro hogares alemanes estaría en peligro de perder dinero de sus cuentas sin su autorización, y quizás sin que ni siquiera lo notasen«.
Por lo visto este gigantesco robo de datos se realizó a través de empleados de call centers, que deben haber sido los medios que han utilizado los crackers para introducirse en este tipo de datos. El país alemán ya había sufrido un robo de datos similar ya que en octubre T-Mobile admitió haber perdido registros de 17 millones de usuarios entre los que se incluían sus nombres, direcciones, fechas de nacimiento, teléfonos y direcciones de correo electrónico.