La economía española ha entrado oficialmente en recesión por primera vez en los últimos 15 años. El INE ha confirmado que en el último trimestre del año, nuestra economía sufrió un crecimiento negativo del 1%,por lo que ya son dos los trimestre de crecimiento negativo consecutivos.
La última vez que la economía española entró en recesión fue en el primer trimestre de 1993, cuando el Producto Interior Bruto se contrajo un 1,1% en tasa intertrimestral, después de haber caído un 0,4% en el cuarto trimestre de 1992.
Además, según los datos avanzados por el INE, la economía española decreció en el cuarto trimestre un 0,7% en tasa interanual, frente el crecimiento positivo del 0,9% que experimentó en el tercer trimestre. Así, el organismo estadístico estima que el PIB creció en términos reales un 1,2% en el conjunto del año 2008, frente al 3,7% de 2007.
El Banco de España aseguraba a finales de enero que la economía española experimentó a lo largo de 2008 «un ajuste muy severo», agravado por la prolongada situación de inestabilidad en los mercados financieros internacionales, que está generando un «intenso debilitamiento» de la actividad económica mundial, una acusada pérdida de confianza y un endurecimiento de las condiciones de financiación del sector privado.
No obstante, consideraba que la traslación de las bajadas de tipos de interés, el abaratamiento del crudo, el descenso de la inflación, el efecto de las medidas expansivas adoptadas y la eventual superación de las tensiones financieras suministrarán «algunos elementos de alivio» de las tendencias contractivas.
Sin embargo, con los último datos sobre la mesa, la entidad emisora cree «difícil» pensar que el sector exterior pueda compensar «significativamente» la intensidad del ajuste de la demanda interna, por lo que señala la «gran trascendencia» de avanzar en las reformas apropiadas para mejorar la situación del mercado de trabajo, fomentar el «necesario relevo» entre ramas productivas, aumentar la productividad a largo plazo y recuperar la trayectoria de expansión del producto potencial.
Según el Banco de España, el «pronunciado declive» del ritmo de crecimiento a lo largo de 2008 se produjo como consecuencia de la «intensa ralentización» de la demanda nacional, que registró una tasa de avance promedio del 0,4%, frente al 4,2% registrado en 2007, como consecuencia del debilitamiento de todos sus componentes, excepto del consumo público, que mantuvo registros similares a los del año previo.