La firma de nuestro e-mail es como nuestra tarjeta de visita. No solo representa la posición que tenemos en nuestra empresa sino que además es una forma de vender nuestra imagen. Enriquecer la firma es algo muy sencillo pero que a buen seguro nos reportará beneficios.
Tradicionalmente en las tarjetas de visita se incluye nuestro nombre, el cargo que ocupamos dentro de la empresa y la dirección y datos de contacto de la misma. En un e-mail podemos contar mucho más. Veamos cómo hacerlo.
Mejorar nuestra información de contacto
Como tenemos mucho espacio disponible ¿Por qué no aprovecharlo? Podemos incluir no solo nuestro nombre y posición que ocupamos en la empresa, sino también la página web de la misma, nuestros números de teléfono y la dirección de la oficina.
Información «social»
¿Mantenemos canales en Facebook, Twitter u otras redes sociales profesionales como LinkedIn o Xing? La mejor forma de dar a conocer que estamos presentes en una red social de este tipo es comunicarlo.
Si incluimos estos datos en nuestra firma de correo electrónico podemos, por un lado, aumentar la lista de nuestros contactos interesantes, y por el otro, creamos la imagen de estar «a la última». Si estamos inscritos en muchas redes de este tipo (más de 5) no estaría de más que la empresa crease una «página intermedia» en la que se recogiesen todas las direcciones de las redes. De esta forma, en la firma sólo incluiríamos el link a «información social» y evitaríamos recargarla innecesariamente con cinco o diez links adicionales.
Para freelancers y autónomos
Puede que estemos trabajando en más de un proyecto. Si es así podemos incluir los links a las distintas web en las que de alguna forma estamos participando. Ojo, los proyectos han de estar relacionados o semi relacionados de alguna forma. De esta forma aumentamos nuestra «visibilidad» en la Red, creando una «mini nube» desde la que los interesados pueden acceder fácilmente a todo nuestro trabajo.
Ofertas exclusivas
Podemos dar cierto valor comercial a nuestra firma. Por ejemplo, podemos anunciar de forma discreta en este espacio que aquéllos que respondan al e-mail obtendrán un diez por ciento de descuento en futuras ventas o servicios que les prestemos.
Convertimos de esta forma nuestro e-mail en un vehículo de marketing. En este punto hay que tener en cuenta que los usuarios rechazarán nuestro mensaje si el espacio dedicado a las ofertas es muy grande. Más bien debe tener la apariencia de algo exclusivo.
