El Príncipe de Asturias expresó ayer su pleno apoyo a los trabajadores autónomos ante la «grave» crisis económica y financiera por su labor «esencial» en el impulso de un crecimiento sólido, sostenible y equilibrado en España.
En la inauguración de la Asamblea General de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), don Felipe, que presidió el acto, destacó que los trabajadores por cuenta propia han sido una parte «muy importante» del éxito en la modernización y progreso de nuestro país.
Sobre ATA, el Príncipe subrayó el papel «valioso» de la federación como interlocutor de las distintas administraciones en defensa de los autónomos, tal y como quedó demostrado en la elaboración del Estatuto del Trabajo Autónomo, entre otras iniciativas.
Don Felipe indicó que dicho Estatuto supuso un «paso de especial relevancia», puesto que se reconocieron medidas de protección que mejoraron la situación de estos trabajadores y se incorporó una dimensión modernizadora para incentivar la cultura de empresa. Acerca de la crisis, el Príncipe señaló que exigirá muchos esfuerzos y sacrificios, y que se tiene que considerar como «un reto que debe afrontarse con ambición, inteligencia y serenidad».
La peor crisis de los últimos 50 años
La Asamblea General de ATA fue abierta por su presidente, Lorenzo Amor, quien advirtió que España atraviesa «la peor crisis de los últimos 50 años» y que hay que ser conscientes de que se tiene que resolver desde dentro, porque será «muy difícil que, con los vientos que soplan, la recuperación llegue desde fuera».
Según Amor, el tejido productivo español no lo constituyen las grandes empresas industriales o tecnológicas, sino una red tupida de microempresas y trabajadores por cuenta propia que representan «el 20% de la riqueza nacional, más del 40% del empleo y prácticamente el 85% del tejido empresarial».
El presidente de ATA aseveró que casi el 90% de los autónomos se ve afectado directamente por la crisis y que un 80% tiene dificultades para acceder a financiación, de tal modo que «el ICO debe plantearse poner en marcha una ‘banca electrónica’, con objeto de facilitar el acceso de las microempresas y los trabajadores por cuenta propia a las distintas líneas de crédito ofrecidas por dicha entidad».
En opinión de Amor, ahora se hace más necesario que nunca un gran pacto político y social, donde tengan cabida todos los agentes sociales, con el objetivo de encauzar de nuevo la senda económica que recupere la tasa de crecimiento perdida.
