A pesar de que somos muchos los que pensamos que el correo no solicitado, o spam, es básicamente correo basura, se ha convertido paradójicamente en la primera fuente de ingresos en Internet.
Almenos así lo asegura Olof Sandstrom, director de Seguridad de la compañía de registro de dominios Arsys, quien afirma que una de cada 10.000 personas que reciben spam de ofertas de productos acaban adquiriéndolos, por lo que se ha convertido en un negocio más que rentable.
Sin embargo hay otros objetivos que se ocultan detrás del envío de spam. Sandstrom comenta, por ejemplo, como el objetivo actual de los «hackers» es tomar el control de Internet y cómo los conceptos de intrusión y virus han dado paso a «verdaderas guerras cibernéticas». De esta forma, si bien los «hackers» hasta hace poco tiempo, actuaban como «un desafío personal», actualmente la única razón que motiva su actuación es la de conseguir dinero, mediante la obtención de datos bancarios, o números de tarjetas de crédito.
Para el directivo, el «ciber crimen» se ha profesionalizado en el último año, y en el mercado «negro» han aparecido plataformas «hacker friendly», que ofrecen el alquiler de infraestructuras para lanzar ataques en la red, e incluso ha proliferado un mercado negro de datos robados.
Sandstrom añadió que, si bien el «phishing» (captura de datos bancarios y contraseñas a través de Internet) ha disminuido en cuanto a número de ataques, estos se han especializado, consiguiendo ya los «hackers» suplantar perfectamente la página de diversas entidades bancarias o bien conducir a los usuarios a páginas falsas de su banco cuando intentan acceder a las páginas originales.