La agencia de comunicación Lewis ha desarrollado una completa guía en la que establece algunas pautas para que las empresas puedan aprovechar la expansión de los medios sociales para potenciar su imagen corporativa.
Eso sí, en la misma guía se advierte que una mala campaña de imagen puede ser suficiente para destruir años de esfuerzo. En cualquier caso, la compañía asegura que los nuevos medios no deben pasarse por alto, ya que la comunicación hoy en día es más global que nunca: rápida, prolífica y directa.
A medida que la web se hace más social y diversa, los medios de comunicación social se convierten en un factor determinante para alcanzar los retos profesionales. Así lo creen los de la consultora Lewis, que han elaborado un plan para «aproximarse a la red», desde una perspectiva proactiva y medible. Estos son los consejos que hay que seguir:
1 – Haga sus deberes.
Cuanto más tiempo dedique a la investigación, mayor valor tendrá una estrategia. Investigue diversos sectores, incluyendo fotos y feeds en Twitter antes de lanzar una campaña. Configure su RSS para monitorizar la conversación sobre una compañía, persona, competencia o asunto.
2 – No olvide utilizar las mejores prácticas.
A pesar de que, aparentemente, los medios son menos formales, se aplican las mismas reglas de conversación. El mecanismo necesita ser más rápido pero las reglas deben permanecer. Elegir un representante de medios dentro de su compañía le asegurará una mayor consistencia de los mensajes dentro de los estándares profesionales.
3 – Conviértase en uno de ellos.
La etiqueta «social media» es, a menudo, rechazada por los principiantes, sobre todo si tratan de unirse a conversaciones que ya están teniendo lugar. Para ser aceptado, pruebe la tecnología que está a su alcance. Es una excusa para usar redes sociales en la oficina: lea blogs relacionados con su sector, deje comentarios en foros y artículos y siga Twitters de su área de interés.
4 – Sea selectivo.
Elija los canales que van a ofrecer un valor añadido a su campaña y asegúrese de que aúnan texto, audio y vídeo. Piense si necesita hacer seguimiento y responder proactivamente. No todas las herramientas se adaptan a todas las compañías o individuos. Piense siempre en sus objetivos y su audiencia para decidir cuáles utilizar.
5 – Integre, integre, integre.
El marketing on-line merece un lugar central en nuestra estrategia. Si decide lanzar un blog, video o una estrategia on-line, debe estar en línea con los mensajes corporativos globales. A su vez, cualquier actividad de marketing debe estar vinculada con la web, así como con la campaña off-line.
6 – Sea realista.
La naturaleza humana dicta que las personas se inclinan más por comunicar las experiencias malas que las buenas. Tenga previsto que va a existir una parte negativa en las conversaciones on-line, le ayudará a reducir el pánico o las reacciones extremas y perjudiciales.
7 – Elija sus batallas.
Pregúntese si el asunto que le preocupa tendrá repercusión en su negocio. Argumente sólo con hechos, no con opiniones y nunca se relacione con personas anónimas. Quienes no admiten quiénes son, no son fuentes fiables y suelen alimentar polémicas. En última instancia, le hará más daño a su reputación.
8 – Sea honesto.
No esquive la verdad. En la red, es muy probable ser descubierto. Sea servicial, educado y franco. Si no conoce la respuesta, incluya una declaración oficial hasta que la tenga. No publique comentarios falsos que parezcan de terceros. Nueve de cada diez veces, la verdad será descubierta.
9 – Cree una comunidad on-line.
Una de las formas más convincentes de transmitir su mensaje es que otros lo hagan por usted. Estos «evangelistas» van a apoyarle cuando lo necesite. Haga circular links, pídales su honesta opinión y responda a sus reacciones.
10 – Mida los resultados.
En los medios de comunicación social es posible medir la táctica desde el inicio del proceso. La medición del impacto de un canal de comunicación social y sus éxitos le permitirán reaccionar rápidamente. Decida los aspectos básicos que están alineados con sus objetivos y úselos para medir factores como el grado de vinculación o el tono de la conversación.
