UGT ha puesto en marcha una campaña para sensibilizar a los ciudadanos sobre el riesgo de las enfermedades profesionales, a las que en muchas ocasiones se las hace pasar por enfermedades comunes.
Bajo el lema ‘Te puede pasar. La salud es primero’, un autobús del sindicato está recorriendo en la jornada de hoy las calles de Madrid para hablarles de las enfermedades que tienen origen laboral, y que pueden contraerse en entornos en principio tan seguros como en una oficina.
Con motivo del lanzamiento de esta campaña, la Secretaria de Salud Laboral de UGT, Marisa Rufino, ha denunciado que existe una «infradeclaración» de enfermedades profesionales, pues muchas veces éstas se derivan como enfermedades comunes y en otras ni siquiera se reconocen como tales, siendo éste el caso de las causadas por los llamados riesgos psicosociales (acoso, violencia, estrés, síndrome del trabajador quemado, etc).
«El no reconocimiento de estas enfermedades sucede también en los casos más graves, pues sabemos que hay trabajadores que están enfermando o muriendo por amianto, por cáncer profesional y, sin embargo, no se están declarando como tal», subrayó Rufino.
De enero a septiembre de este año sólo se declararon 12.390 enfermedades profesionales frente a más de 150.000 accidentes de trabajo, cifras que, según expuso Rufino, «pueden inducir a pensar que los españoles son muy sanos porque no enferman, pero muy torpes porque se accidentan muchísimo».
La responsable de Salud Laboral de UGT afirmó que lo que está sucediendo con las enfermedades profesionales es que las empresas no aplican medidas preventivas para evitarlas. Rufino destacó la necesidad de que los trabajadores sepan relacionar las enfermedades profesionales, porque éstas no son como los accidentes de trabajo, que se producen en el momento y se visualizan, sino que se manifiestan a lo largo del tiempo.
Además, aseguró, los riesgos de padecer una enfermedad profesional y de no declararla se acrecientan con la actual precariedad del mercado de trabajo (temporalidad, subcontratación). Por todo ello, exigió a la Administración que aplique la norma sobre enfermedades profesionales del año 2006 y que pida a las mutuas de accidentes de trabajo que cumplan con su deber y declaren las enfermedades profesionales que, en realidad, se producen.
Pero, sobre todo, Rufino indicó los empresarios tienen que invertir en prevención y en formar e informar a los trabajadores para poder ver qué enfermedades profesionales hay en esos centros de trabajo y poner los medios para evitarlas.
