¿Estás preparado para lanzarte a la aventura empresarial? En Small Business Trends han publicado un amplio reportaje en el que detallan aquellos factores que determinan el grado de preparación que hemos de tener antes de dar el salto.
Así factores como tener muy claro cuál es nuestro nicho de mercado, apostar por la innovación y la diferenciación, o no descuidar la importancia de la formación se muestran como elementos clave para poder triunfar en el mundo de los negocios. En MuyPymes hemos recogido alguna de las conclusiones más interesantes.
Pensar en nuestro nicho
Uno de los errores más frecuentes que suelen cometer los emprendedores novatos es creer que pueden cambiar (o incluso revolucionar) todo su sector y encarar de frente todos los errores que lo han venido lastrando durante los últimos años. En este sentido es frecuente que después del entusiasmo incial, en el que «podemos comernos el mundo» el golpe contra la dura realidad sea mucho más fuerte.
En cambio, tal y como comentan en la publicación norteamericana, un enfoque adecuado pasa necesariamente por pensar única y exclusivamente en nuestro nicho.
No se trata de afrontar grandes cambios a la vez, sino más bien de pensar en pequeño. Comenzar con el primer asunto que sabemos que somos capaces de solucionar (sólo ese) y una vez solucionado, podemos pasar progresivamente a enfrentarnos a situaciones más complejas, llevando con nosotros el expertise que hemos adquirido en las situaciones previas.
Todo esto recordando que nuestro marco de acción tiene que centrarse en nuestro nicho, en el que realmente debemos de marcar la diferencia, teniendo en cuenta que no siempre son las grandes ideas las que consiguen que vendamos más, sino que normalmente son las más sencillas.
Tú tienes la llave del cambio
En estos días en los que tanto se habla de innovación y en cómo el I+D es lo que marca la diferencia, como emprendedores novatos debemos determinar dónde se encuentra el cambio, qué podemos hacer nosotros por innovar, cómo marcar la diferencia. Para ello, no hay que mirar demasiado lejos ya que el cambio se encuentra mucho más cerca de lo que pensamos. Basta tomar una hoja de papel y responder a las siguientes preguntas:
1. ¿Que te gustaría que existiera para hacer tu vida más fácil?
2. ¿Qué producto o servicio podría cambiar la forma en la que hacemos las cosas?
3. ¿Qué proceso podría ser mucho más sencillo o incluso eliminado completamente?
4. ¿Cómo podemos ser más productivos, e incluso más felices a lo largo del día?
Marcar la diferencia
A menos que seamos los primeros en algo (y esto no siempre es sinónimo de éxito) difícilmente triunfaremos en nuestro sector o nicho de mercado si nos limitamos a ser un actor más. Tenemos que ser capaces de marcar la diferencia, bien sea gracias a nuestros productos o servicios, bien porque somos capaces de crear experiencias que marcan la diferencia.
Cuando hablamos de experiencias, nos referimos evidentemente al trato, soporte y servicio que estamos ofreciendo a nuestros clientes, pero también a la forma con la que nos relacionamos con nuestros proveedores, nuestros partners o incluso con las empresas de la competencia.
Aunque poodemos competir en precio con los que ya son líderes de nuestro nicho, de poco nos servirá si no somos capaces de identificar el valor añadido que debemos ser capaces de aportar.
Tu propia marca
Cada vez más consumidores se sienten atraídos por el poder de la marca, la imagen corpoorativa y sobre todo por la historia que hay detrás de esa marca. Algunas grandes empresas como Apple o Google ha sabido crear toda una especice de leyenda (a veces incluso con elementos «míticos) entorno a lo que son, cómo se fundaron , la dificultad de los primeros momentos, etc.
Sin llegar tan lejos, sí que es importante disponer de una buena historia que contar cuando realizamos una presentación en público, cuando contactamos a posibles clientes, nos encontramos en eventos para emprendedores, etc. Sea como sea, no sólo debemos ser emprendedores sino también embajadores de nuestra marca, estemos donde estemos, en cualquier lugar.
Apuesta por la tecnología
Como nuevos emprendedores, la tecnología es y va ser nuestra mejor aliada durante los primeros meses o incluso años. Hay que tener en cuenta que no sólo se trata de disponer de buenos equipos sino que desde ya, las nuevas empresas se van a tener que preocupar por diseñar buenas páginas web corporativas, tener presencia en Facebook/Twitter, lanzar su propia tienda virtual, etc.
La tecnología en definitiva es uno de los elementos con los que realmente podemos marcar la diferencia, y donde realmente podemos obtener un ROI más inmediato. Una de las pocas ventajas que obtenemos al ser pequeños, es que tenemos la oportunidad de ser más ágiles, de tomar decisiones rápidas. La tecnología es el canal ideal para canalizar esta fuente de decisión continua.
Aprende a delegar
Hay que asumirlo desde el principio: no vamos a poder con todo, por mucho que la idea de delegar tareas sobre nuestros empleados, socios o incluso partners realmente nos horrorice.
Sin embargo delegar es cada vez día más importante, sobre todo porque no podemos convertirnos en expertos en cada una de las áreas de nuestra empresa, y por otro lado querer abarcarlo todo nos impide focalizar nuestra atención en lo que realmente importa, llevándonos en este sentido a una más que probable situación de estrés y ansiedad.
Nunca dejes de lado la formación
La formación continua no es una opción es la empresa, es una obligación. Teniendo en cuenta la enorme cantidad de cursos (presenciales y on-line) gratuitos o bonificables que desde organismos como la Fundación Tripartita se están ofreciendo a las empresas, no se nos ocurre ninguna excusa válida para no aprovecharlos.
