El empleo de software sin licencia le salió caro a las empresas europeas durante el año pasado ya que, según la Business Software Alliance (BSA), éstas tuvieron que gastar 11,3 millones de euros como resultado de las acciones legales que emprendió contra ellas.
La BSA recibió durante 2009 cerca de 4.000 denuncias a diferentes compañías por uso de software sin licencia y llevó a cabo un total de 2.256 acciones legales en Europa.
La BSA recibió durante 2009 cerca de 4.000 denuncias a diferentes compañías por uso de software sin licencia y llevó a cabo un total de 2.256 acciones legales en Europa. En España se llevaron a cabo 278 acciones legales contra empresas.
El coste total para las empresas españolas involucradas en acciones de piratería fue de 1, 1 millones de Euros, lo que supone un incremento del 41,1% respecto a los 647.628 Euros de 2008. «El año pasado BSA intensificó sus esfuerzos en el terreno legal, asegurando un mayor número de registros que en 2008», señala la directora senior de Asuntos Legales de BSA EMEA, Sara Coombes.
En opinión de la directiva, «estos resultados suponen un mensaje contundente», ya que considera que las compañías «necesitan asegurar que el software que utilizan es legal para no correr el riesgo de enfrentarse a graves consecuencias legales y económicas, y tienen que ser conscientes de la importancia de contar con software con licencia para el futuro de su negocio».
Además, Coombes puntualiza que los más de 10 millones de euros derivados del empleo de software ilegal aluden sólo a los importes pagados como consecuencia directora de las acciones legales de la BSA, por lo que el coste real es mayor, ya que habría que incluir «los propios costes legales, las pérdidas indirectas o el impacto en el cash flow de las compañías al tener que realizar compras de software no planificado, sin mencionar el daño a la reputación de las compañías».
Y es que, según la experta, «el uso de software sin licencia es percibido erróneamente como una forma de recortar gastos, cuando realmente supone un riesgo enorme».
