La moda española es «desconocida» a nivel internacional, salvo por un número muy reducido de marcas como Zara y Mango y, en menor medida, Custo, Desigual y Loewe, aunque muchos consumidores ni siquiera saben que son enseñas españolas, según concluye un estudio realizado por Interbrand.
El informe señala que el proyecto ‘Made in/by Spain’, promovido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, «no resta, pero aporta poco», a lo que añade que se percibe «definitivamente peor» que los ‘Made in France’ o ‘Made in Italy’.
Interbrand identifica entre las fortalezas de la moda española la buena valoración del calzado y la piel, así como determinados atributos positivos, al ser percibida como original, imaginativa, creativa, innovadora y ‘trendy’.
Asimismo, tiene una imagen de calidad media-alta, excepto para el mercado japonés, y de tener un precio «interesante» y el «valor de los bienes escasos», en referencia a que la lleva poca gente. Entre las debilidades, destaca el desconocimiento de la moda española por haber muy poca presencia de marcas en el exterior, la falta de capacidad o de espíritu asociativo y la poca promoción de su origen español por parte de muchas marcas internacionales, así como la «falta de liderazgo» de marcas españolas en el sector, con la excepción de Zara.
Se trata además de un sector muy atomizado y no cuenta con «empresas potentes para abanderar la moda española», como en Francia, según pone de manifiesto el estudio, que agrega también como debilidad que la calidad es mejorable y que se ha llegado tarde a muchos mercados en los que es difícil hacerse un hueco.
«España es reconocida en el extranjero por su creatividad y su relación calidad-precio, y eso hay que aprovecharlo», destaca el presidente de Fedecon, Ángel Asensio, que señala que el estudio es un intento de ayudar a las empresas españolas del sector a combatir sus debilidades y aprovechar sus fortalezas.