Durante casi dos años, Amazon ha estado tratando de conseguir que los fabricantes adopten embalajes ‘anti-frustraciones’ y deshagan de los blísters, cajas de plástico y envoltorios de burbujas de aire, responsables de las iras de muchos de sus consumidores.
Sin embargo, se está convirtiendo en una tarea hercúlea para el mayor minorista online. Sólo 600 de los millones de productos que vende Amazon vienen en embalajes fáciles de abrir, lo cual genera muchas quejas en su portal.
Ahora Amazon tiene la intención de conseguir que cada vez más fabricantes se unan a la iniciativa recogiendo todo el ‘feedback’ negativo de sus clientes y enviándolo directamente a los fabricantes de los productos, según publica The New York Times.
En comparación con las envoltorios tradicionales, los artículos con embalajes ‘anti-frustraciones’ han disminuido un 73 por ciento los votos negativos en la web de Amazon. Amazon presentó envases libre de frustraciones en noviembre de 2008 para reducir al mínimo lo que Jeffrey P. Bezos, director ejecutivo de la empresa, llamaba «la rabia del desembalaje». Estas protecciones se utilizan para hacer que los productos se luzcan bien en las tiendas y para evitar robos al tener una apertura dificultosa.
En las compras online, sin embargo, los robos y el aspecto no son razones de peso. No sólo eso, también beneficia al medio ambiente al utilizar cartón reciclado (en lugar de plástico y ataduras de plástico) más rápido de producir y con un menor coste.