Los bancos no dejan de ser entidad donde se compra y vende dinero. Por ello, debemos acudir a estas empresas con la seguridad de que tenemos un proyecto sólido y consolidado en el que pueden confiar. Aunque no tengamos nada que pedir, no está de más dar una vuelta y ver si podemos sacar algún beneficio a nuestro dinero.
La visita al dentista y al banco tienen algo en común: siempre intentamos retrasarla para que no ocurra. Sin embargo, tal y como nos recomiendan en LideraTV es más que recomendable pasarse, al menos, una vez al año por nuestra entidad financiera para ver cómo van nuestras cuentas empresariales.
La relación que tenemos que tener con nuestro banco es puramente profesional. Si queremos financiación tendremos que ponernos la chaqueta de comercial e intentar vender nuestro proyecto como el mejor en todo el abánico de posibilidades. De ahí que debamos ser lo más serios y rigurosos posible.
La clave de esta reunión es tenerlo todo preparado. Para ello, la iniciativa de Fundación Banesto nos da algunas claves de los requisitos que necesitamos antes de ir a nuestro banco:
- Perspectivas de futuro del mercado
- Planes de expansión de la empresa
- Planes de diversificación de negocio
- Estado de la competencia
- Evolución de nuestros costes justificadas
- Análisis de las amortizaciones
- Estado de la líquidez y tesorería
- Estacionalidad del negocio
- Análisis del negocio
- Saldo de cuentas en el banco
- Comisión de tarjetas que se generarán
- Domiciliación de las nóminas de los empleados
- Rentabilidad de hipótecas y créditos
Así, es necesario que los bancos nos vean como el representantes de una empresa en la que se puede confiar, que tiene un futuro claro y solidez. Al final es un cliente más, quizás el más importante con el que mejor tenemos que conectar.
