«Vamos a trabajar para impedir la materialización de la reforma de la negociación colectiva», clamó Toxo en un discurso que cerraba una breve manifestación para llevar a la Junta Electoral Central el más de un millón de firmas recogidas para la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con la que pretender «revertir» la reforma laboral.
Toxo se refería así al Acuerdo Interconfederal que los agentes sociales deberán suscribir para ratificar los cambios sobre los convenios introducidos por el Ejecutivo. Antes de la manifestación, que congregó a varios centenares de personas, Méndez reivindicó que la ILP está avalada «de sobra» por los ciudadanos y por la «realidad». «Es una reforma inútil y perjudicial», indicó.
«Un año después de la reforma laboral, nadie puede negar que no ha cumplido con ninguno de sus objetivos: la dualidad laboral y la creación de empleo», completó el líder de CC.OO, para después confiar en que el Parlamento sea «receptivo» a la demanda de la sociedad.
Con discursos plagados de referencias explícitas e implícitas al movimiento 15-M, los líderes sindicales instaron a los grupos parlamentarios a «reflexionar» con esta «alternativa» a la reforma laboral, con el fin de evitar que los ciudadanos asistan al debate del Parlamento con «indiferencia y temor».