Del «ni estudio ni trabajo»… al «estudio porque no encuentro trabajo». Si hace unos años se popularizó el término ‘ni-ni’, este ahora está quedándose obsoleto, teniendo en cuenta que cada vez son más los jóvenes que apuestan por formarse y mejorar su capacitación profesional para encontrar trabajo. Al menos, eso se puede concluir del informe elaborado por ManpowerGroup que apunta que el número de personas que ni estudian ni trabajan ha descendido en más de 150.000 entre 1995 y 2011.
El porcentaje juvenil de desempleo en nuestro país sigue siendo muy alto, con un 29%, pero al menos sí se aprecia un cambio de actitud en los parados de menos edad. Así, frente a la creencia popular de una generación joven despreocupada y apática, la mayoría de los jóvenes sí luchan por su futuro y se han vuelto más activo –el 15M es el mejor ejemplo de ello.
Desde el inicio de la crisis hasta la actualidad el número de estudiantes ha crecido en un 8,5% y entre los inmigrantes la subida ha sido aún mayor, situándose en el 11,7%.
El cambio de tendencia va más allá. Además de aumentar el número de interesados en estudiar y mejorar cualificación, se ha ido reduciendo el porcentaje de personas que siguen viviendo con los padres, que se ha reducido notablemente, suponiendo solo un 2,8% del total. Es decir, los jóvenes siguen independizándose y, de hecho, cada vez lo hacen más. Mientras en 2007 un 39,6% de los jóvenes vivía fuera de casa, en el primer trimestre de 2011 la cifra se ha elevado hasta el 40,6%.