Los parados de larga duración (aquellos que llevan más de un año buscando empleo) ya superan el 50% del total de personas inscritas en los distintos servicios regionales de empleo. Esta tasa, la más preocupante cuando uno analiza los datos del paro, se ha incrementado en nada menos que 1,9 millones de personas desde 2007, año en el que se considera que comienza la crisis económica en nuestro país.
Según se refleja en el «Índice Laboral Manpower Group» presentado ayer por el catedrático de economía aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, habrá que esperar hasta el final de esta década para registrar un porcentaje de parados de larga duración similar al que había antes de la crisis económica.
Para Oliver, «ha cambiado la percepción de las posibilidad de una nueva y profunda recesión, lo que ha provocado una crisis de confianza sobre el euro que ha generado un empeoramiento de las cifras del paro» añadiendo que «solo para recuperar los puestos de trabajo destruidos por la crisis, se invertirán siete años».
El estudio refleja además que los 3,1 millones de nuevos parados en la crisis se distribuyen en tercios: menos de un año (1,2 millones), entre uno y dos años (cerca de 1 millón) y más de dos años buscando empleo (un millón), lo que significa que más de la mitad del paro es de larga duración.
«Del total de paro, el 25% son de larguísima duración, ya que llevan dos o más buscando empleo», ha comentado el profesor Oliver, quien ha recordado que este colectivo había reducido su peso hasta un 10% a finales de 2009. Oliver ha declarado que «el paro de larga duración se ha convertido en una característica crónica de nuestra economía que sólo se superará generando confianza interna y externa, mejorando la productividad y fomentando la movilidad laboral».