Dada la situación actual, los bancos no prestan dinero, el Estado se financia con un tipo de interés del 6%, que, en el caso de las empresas más saneadas, se traduce en un 8%, no cabe ninguna duda de que las pymes son uno de los sectores más débiles.
Sin embargo, tal y como apunta Enrique Quemada, consejero delegado de ONE to ONE Capital Partners, un banco de inversión especializado en operaciones corporativas para pequeñas y medianas empresas, hay formas alternativas para financiarse y seguir creciendo, como la salida al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
El problema, según el ejecutivo, es que salud de las pymes es estratégica para que la economía vuelva a arrancar: “Después de años de parón que, paradójicamente, coincidieron con el boom de la economía española, cuando no era necesario salir al extranjero para hacer negocios, hoy son las pymes que están tomando la delantera en el proceso de internacionalización de la economía española”, asegura Quemada. Por este motivo, el tema de la financiación es clave y la salida al MAB es un excelente recurso al alcance de muchas pymes, por, al menos, cinco razones.
- Fondos propios: “En un momento como el actual, en el que la sequía de crédito para las pequeñas y medianas empresas es prácticamente total, la capacidad de captar recursos propios se convierte en la clave del crecimiento e, incluso, de la supervivencia de una compañía”.
- Financiar el crecimiento: “Las llamadas empresas gacela crecen mucho, pero se arriesgan a morir de éxito”, asegura Quemada. Con esta afirmación, el ejecutivo se refiere a la necesidad de las compañías de financiar su crecimiento con un nivel adecuado de liquidez, algo no siempre posible con la sequía crediticia actual.
- Notoriedad y transparencia: “Una salida a bolsa, aunque sea al MAB, implica necesariamente una importante campaña de comunicación, que transmita los valores, la misión y la situación financiera de la compañía”, explica Quemada. “Por lo tanto, se trata de una espléndida oportunidad para dar a conocer la empresa”, añade el consultor.
- Costes de financiación: “Una mayor transparencia de la información financiera se traduce en una mayor facilidad a la hora de conseguir financiación por parte de las entidades financieras”, explican en ONE to ONE. Además, las entidades financieras acceden con mayor facilidad a la concesión de préstamos convertibles a compañías cotizadas, puesto que es más fácil vender las acciones de una sociedad en bolsa que las de una que está fuera del mercado.
- Talento: “Los jóvenes profesionales más cualificados suelen preferir las empresas cotizadas a las que no están en bolsa”, asegura Quemada.