Una investigación realizada por un equipo de la Universidad de Adelaide, en Australia, demuestra que las mujeres que tienen empleos temporales tienden a retrasar el momento de la maternidad por encima de los 35 años. El estudio, publicado en el último número de la revista científica Human Reproduction, afirma que cuanto más años pasa una mujer trabajando en empleos ocasionales, más tarde empieza a tener hijos.
Lo más sorprendente, es que, aunque la economía familiar puede influir en la decisión, no es el principal motivo. El empleo temporal se vincula al retraso de la maternidad independientemente del nivel socioeconómico. Los científicos australianos constatan que la motivación de las mujeres para tener independencia económica supera con creces a la de formar una familia, sea cual sea su nivel de estudios o de ingresos.
Para realizar este estudio, los investigadores realizaron entrevistas entre 2007 y 2009 a 663 mujeres, las cuales tenían en ese momento entre 32 y 35 años. Recopilaron datos acerca de episodios significativos de sus vidas como las relaciones de pareja, el nacimiento de hijos y el trabajo desde la edad de 15 años. En el momento de la entrevista, 442 de esas mujeres (el 67%) habían tenido al menos un hijo y en el momento de dar a luz, la mayoría tenía un trabajo estable a tiempo completo y sólo el 11% realizaban un trabajo temporal. Un tercio de las integrantes del estudio tenía un título universitario, otro tercio nunca había tenido contratos temporales y el 75% vivían con su pareja.
Los investigadores hallaron que la posibilidad de tener un hijo a los 35 años disminuía por cada año de sus vidas empleado en trabajos ocasionales. En concreto, cada año que se dedicaba al empleo eventual reducía las probabilidades de tener un hijo antes de los 35 años en un 8%.