Según informa la Asociación Española de Especialistas en Medicina de Trabajo, el 79% de los directivos españoles está preocupado por las consecuencias del estrés, pero tan solo el 26% de las empresas han adoptado medidas para reducirlo. Serían unos 40 millones de europeos los que sufren esta epidemia, un trastorno que acarrea unos costes de hasta 20.000 millones de euros.
Según la encuesta de Grant Thornton Internacional Business Report, los ejecutivos españoles son los sextos más estresados del mundo y los segundos de Europa, solo superados por los griegos. Entre los síntomas más generalizados, según apunta el Ministerio de Sanidad, entre los empresarios españoles destacan los problemas de sueño, nerviosismo, dificultad para concentrarse, agotamiento, náuseas y palpitaciones. Por ello, se aconseja aprender a organizar bien el trabajo y los objetivos, dar cierta flexibilidad a los trabajadores y que cada uno sepa qué papel le corresponde en la organización.
«Es fundamental tener conocimientos básicos para evitar el estrés», afirma Carlos Martínez, director y profesor de IMF Business School. «El estrés es un trastorno de toda la vida pero que se ha intensificado en siglo XXI fruto del actual modelo competitivo», continúa. Aprender a relativizar los problemas, conocerse a uno mismo, reconocer las reacciones ante el estrés laboral, respirar adecuadamente y abarcar tan solo aquello que podemos hacer son algunos consejos del director de IMF Business School.