Una de las situaciones más frustrantes mientras trabajamos en Windows es la necesidad imperiosa de reiniciar al llevar a cabo ciertas acciones. Windows Update y las actualizaciones automáticas se llevan el premio, ya que en ocasiones descargan, instalan y nos instan a reiniciar sin preguntar. Para aquellos casos en los que es realmente importante que el sistema no se reinicie, existen alternativas como Shutdown Guard, que protege frente a reinicios y apagados automáticos. Sin embargo, no es del gusto de todos tener que instalar una pequeña aplicación residente. ¿Existe otra alternativa? Sí, aunque quizá es algo arriesgada.
El método es más bien sencillo: tan sólo debes ejecutar el siguiente comando: “shutdown -a” para detener el proceso de reinicio. ¿Fácil, verdad? No obstante, si te has emocionado pulsando Siguiente durante la instalación de un programa, y has marcado que el sistema se reinicie, no tendrás mucho tiempo antes de que tus valiosos documentos abiertos desaparezcan por siempre jamás. Para mayor velocidad, puedes crear un acceso directo. Haz clic derecho en el Escritorio y selecciona Nuevo > Acceso directo. A continuación, escribe shutdown -a en el recuadro, y pulsa Aceptar.
Con las prisas, buscar el acceso directo en tu Escritorio mientras tu Windows trata de reiniciarse, no es la mejor opción. Una alternativa mucho más inteligente es poner el icono en la barra de acceso rápido (o Quick Launch), o asignarle un atajo de teclado. Esta última acción se lleva a cabo haciendo clic derecho en el acceso directo y seleccionando Propiedades. A continuación presiona el atajo de teclado que deseas asignar a esta función, y listo.
De este modo, la próxima vez que te emociones pulsando Siguiente al instalar un programa, tan sólo deberás tener los dedos ágiles para corregir tu error. Este sencillo truco puede salvarte de muchas situaciones desagradables.
