Así lo recoge un informe elaborado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea en colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Según este, en 2015 las grandes compañías dejaron e vender hasta 184 millones de teléfonos inteligentes por la presencia de dispositivos que falsificaban a los de las marcas reconocidas. Esto supone que el sector perdió alrededor de 45.300 millones en todo el mundo.
En Europa las pérdidas supusieron 4.200 millones, lo que equivale al 8,3% de las venas de los fabricantes. Son datos realmente importantes que preocupan a una actividad que crece año tras año y se ve obligada a enfrentarse al problema de la piratería. El informe señala que se vendieron 1.300 millones de móviles en todo el plantea en 2015, lo que supone que uno de cada seis habitantes llegó a adquirir uno de estos aparatos por un valor medio de 275 euros.
“Los smartphones son un producto cada vez con más importancia y que sigue creciendo, por lo que son atractivos para las falsificaciones”, ha señalado Luis Berenguer, jefe del servicio de comunicación de la Propiedad Intelectual de la UE en España en declaraciones al diario El País. Según Berenguer los consumidores tienen más complicado saber si lo que están comprando es un smartphone falso, pues en este caso se comercializan en canales no presenciales, bien en internet o en tiendas de segunda mano. “En la mayoría de los casos el consumidor no sabe que está comprando un producto falso, no es algo que haga de manera consciente”, añade Luis Berenguer.
Respecto a qué marcas son más falsificadas, no hay datos de ello. El jefe del servicio de comunicación de la Propiedad Intelectual de la UE en España, “cuanto más vendes más te falsifican, pero el problema lo sufren los fabricantes, ya sean más grandes o más pequeños. Esto es algo muy grave en una industria que se ve impulsada fundamentalmente por la innovación”.
