Los dispositivos portátiles, cada vez más completos y con mejores prestaciones, siguen aumentando presencia en hogares y oficinas de todo el mundo mientras que los ordenadores van cayendo en picado. Los datos que ha adelantado la consultora tecnológica Garner en relación a este mercado no dejan lugar a dudas: las ventas a nivel global de ordenadores en el segundo trimestre de este año alcanzaron su niel más bajo desde 2017. Se comercializaron 61,1 millones de unidades, lo que supone una caída del 4,3% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior.
La compañía apunta que este es el 11º trimestre consecutivo descendiendo las ventas de estos aparatos. Gartner apunta que se encuentran “en la mitad de una caída” que prevé que tenga una duración de hasta cinco años y que tiene entre las claves del descalabro el incremento de los precios. Este se deriva de la escasez de algunos componentes, lo que ha supuesto un “impacto negativo muy pronunciado”, comenta Mikako Kitagawa, analista principal de Gartner. “El enfoque ante los mayores costes de los componentes ha variado según el vendedor. Algunos han decidido absorber la subida de los precios de los componentes sin elevar el precio final de sus dispositivos mientras que otros vendedores han trasladado el coste al precio para el usuario final”, añade.
Por fabricantes, HP está al frente, en primera posición, con un 20,8% de la cuota de mercado y 12,69 millones de ordenadores vendidos. En el lado contrario está Lenovo, cuyas cifras han caído un 8,4% en un año. La compañía china ha perdido la primera posición y reduce su cuota de mercado al 19,9%. En tercer puesto está Dell y Apple se queda en cuarta posición. Le siguen Asus y Acer.
La sensibilidad que demuestra este mercado la genera tanto la subida de precios como los hábitos de compra de los clientes. El consumidor actual está dispuesto a posponer sus compras para conseguir costes más bajos.
