Crece a buen ritmo. Según el «Informe Especial Fintech del Observatorio Sectorial DBK» de Informa, la actividad de las fintech españolas alcanzaron los 2o6 millones de euros en 2016, multiplicando de esta forma su volumen por seis en dos años. Se pasa así de los poco más de 35 millones de euros de 2014 a estos 206 millones de 2016. En el mismo informe se estima que el crecimiento del último año ha sido del 140%.
En cuanto al tipo de fintech más popular, los datos indican que el 58,4% correspondió a operaciones de crowdfactoring, consistente en el anticipo de facturas y descuentos de pagarés y alcanzaron un valor de 120 millones de euros.
El 21,2% fue para proyectos de crowdfunding, más conocida como financiación colectiva, y sumó 43,5 millones de euros. Por último, un 20,4% fue para préstamos crowdlending, fórmula de préstamos entre particulares o a proyectos empresariales, que aglutinó 42 millones de euros.
Según explica Informa DBK, la demanda de estos servicios de financiación e inversión alternativa mantendrá un “fuerte” ritmo de crecimiento durante los próximos años, favoreciendo además la creación de nuevas empresas. Las estimaciones apuntan a que el crowdfunding sea el segmento de mayor dinamismo, impulsado por la modalidad de crowdfunding inmobiliario.