La movilidad geográfica y laboral ya no nos asusta tanto. Según un estudio elaborado por Randstat, seis de cada diez trabajadores estarían dispuestos a cambiar de ciudad para conseguir un empleo, lo que supone un incremento del 30% con respecto al pasado año.
La actual recesión económica y el aumento del paro serían las principales razones para explicar este significativo aumento de la movilidad laboral, a pesar de que seguimos siendo mucho más reacios a cambiar de ciudad que la media de la UE.
El estudio, que consiste en una encuesta realizada a 1.455 personas durante el mes de febrero, muestra que los españoles se sitúan por debajo del porcentaje de extranjeros que no tendría problemas para cambiar de ciudad por motivos de trabajo (un 56% frente a un 73%). Por sexos, son los hombres, con un 63% los que en mayor medida estarían dispuestos a cambiar de residencia, mientras que únicamente un 56% de las mujeres tomaría dicha decisión.
En cuanto a edades, un 62% de los encuestados de entre 16 y 24 años declaró su conformidad, mientras que esta tasa cae drásticamente a partir de los 45 años, edad en la que la mayoría de los encuestados han declarado que se negarían a dejar su residencia para encontrar trabajo (un 53%).
Por último, un 60% de los trabajadores sin estudios no decidiría abandonar su ciudad por trabajo, mientras que tanto personas con estudios de Grado Superior de Formación Profesional como aquellas con títulos de postgrado representan el segmento con menos incovenientes para trasladarse, un 69 y 67%, respectivamente).