Llamadas de teléfono, interrupciones constantes, distracciones… en ocasiones puede resultarnos realmente difícil concentrarnos en el trabajo que estamos realizando. La experiencia puede llegar a ser frustrante, especialmente si el trabajo es importante o requiere cierta creatividad.
En este reportaje os mostramos algunas técnicas para aprender a superar las distracciones cotidianas y mejorar nuestra capadidad de concentración, focalizando nuestra atención en lo que realmente es importante.
Prepararse para trabajar
Ordenar el espacio de trabajo
Aunque muchas personas no tienen ningún problema (incluso les gusta) trabajar sobre un escritorio leno de objetos, gadgets tecnológicos, papeles, notas, etc, este «desorden» puede llegar a ser un problema a la hora de concentrarnos y focalizar nuestras ideas. Un espacio ordenado, minimalista, evita potenciales fuentes de distracciones, por lo que nuestra atención se centra exclusivamente en la pantalla o en el documento sobre el que estamos trabajando.
Ponernos cómodos
Todos los expertos coinciden que mantener hábitos «ergonómicos» en nuestro espacio de trabajo, no sólo es una de las mejores formas de prevenir riesgos laborales, sino que también favorece nuestra atención y concentración. Si no nos encontramos cómodos en nuestra silla, si la iluminación es excesiva o insuficienteo si el teclado es incómodo, difícilmente podremos concentrarnos para trabajar.
Reservar un espacio para nosotros mismos
Hay momentos en los que el trabajo que vamos a desarrollar precisa que nadie nos moleste. En este sentido, las llamadas de teléfono, o las personas que nos interrumpen con asuntos de escasa importancia, son una de las principales fuentes de distracción. En determinados momentos, con educación deberemos avisar que en un horario determinado no deseamos ser «molestados».
Programar nuestro trabajo
Prácticamente nadie es capaz de rendir a máximo nivel durante 8 horas, pero seguramente todos somos capaces de hacerlo durante media, una o incluso dos horas seguidas. En este aspecto, podemos programar una alarma o un temporizador para que, de forma cómoda podamos trabajar en un asunto durante el tiempo establecido hasta que suene la alarma. Una vez que suena la alarma, tomaremos un tiempo para levantarnos descansar y desconectar, hasta volver a empezar otro «periodo de trabajo intenso».
Software para eliminar las distracciones
Aunque en nuestro ordenador contamos con decenas de aplicaciones que nos facilitan la vida y nos pueden ayudar a ser más productivos, muchas veces pueden resultar una gran tentación para no trabajar, procrastinar y «perder el tiempo» realizando otras cosas mucho más agradables.
Aunque a lo largo de la jornada laboral no hay ningún problema en dedicar tiempo a otras cosas menos intensas, cuando necesitamos realmente estar concentrado, también el software puede echarnos una mano.
Utilizar un editor de texto
Todos los sistemas operativos incluyen un sencillo programa, sin pretensiones, cuya única función es poder escribir, sin tener en cuenta formatos, fuentes, estilos o párrafos. En el caso de Windows, el Bloc de Notas puede resultar una gran herramienta para trabajar cuando lo único por lo que tenemos que preocuparnos es por plasmar nuestros pensamientos.
Aligerar nuestro procesador de texto
Si el Bloc de Notas no nos acaba de entusiasmar siempre podemos hacer que nuestro procesador de textos sea más ligero y presente menos distracciones visuales. Para ello, que tenemos que hacer es cerrar o minimizar todas las barras de herramientas.
En Office 2007 podemos activar «Lectura de pantalla completa» (seleccionando también permitir escritura) que se encuentra bajo el menú Vista. Esta opción oculta el Ribbon de Office y todos los menús y barras de herramientas, por lo que podemos concentrarnos únicamente en escribir.
Utilizar herramientas especializadas
Existen varias herramientas en el mercado cuya única función es eliminar cualquier distracción de nuestro proceso creativo. Normalmente son aplicaciones que al ejecutarlas ocupan toda nuestra pantalla, creando una gran hoja en blanco (o de otro color) sobre la que podemos escribir, a la vez que desactivan todas las notificaciones que podemos recibir desde otras aplicaciones como correo electrónico, mensajería instantánea, etc.
Algunas de las más populares son JDarkroom, WriteRoom (para MAC) o g10 y Writer para Windows.
Aislarnos del resto del mundo
Si no podemos controlar el ruido y en general las distracciones que nos rodean en nuestro espacio de trabajo, podemos almenos probar alguna de las siguientes técnicas, diseñadas para aislarnos del resto del mundo.
Música
Escuchar música es uno de los métodos más eficaces para aislarnos de todo lo que nos rodea. Sin embargo, no cualquier tipo de música favorece la concentración. El jazz, la música clásica y en general cualquier pieza instrumental son géneros que podemos tener como sonido de fondo. La música en la que se canta, sin embargo dificultan la concentración ya que nos propone ideas, pensamientos y temas para reflexionar.
Auriculares
Tanto si escuchamos música como si no lo hacemos, el efecto de llevar unos auriculares puestos es sutil y muy efectivo. Normalmente las personas se lo piensan dos veces antes de interrumpir a una persona que está trabajando con sus auriculares puestos. En este sentido aunque no estemos escuchando nada, creamos una especie de burbuja de privacidad. En casos extremos también podemos optar por utilizar directamente tapones para los oídos.
Gafas de lectura
Aunque no tengamos vista cansada, utilizar una gafas de lectura de graduación mínima (+1.00) puede ayudarnos a aumentar la concentración. Este tipo de gafas minimizan nuestra visión periférica, de forma que nos ayudan a focalizarnos sobre el documentos que tenemos delante. Además, nos ayudan a sentirnos más cómodos después de un tiempo de lectura, ya que se nos cansa menos la vista.