El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, confirmó hoy que «no está en la agenda del Gobierno» para el Consejo de Ministros del 13 de agosto una rebaja de las cotizaciones sociales de las empresas, ni siquiera de 1,5 puntos, como aparecía en el último borrador del Gobierno.
El Ejecutivo había cifrado esta propuesta (rechazada por la CEOE) en alrededor de 4.500 millones de euros, algo más de un tercio del actual superávit de la Seguridad Social, que a día de hoy se sitúa entorno a los 11.797 millones de euros.
«No está en la agenda del Ministerio y no tengo conocimiento que esté en la agenda del Gobierno adoptar alguna medida que contemple una rebaja de las cuotas de la Seguridad Social a las empresas», declaró Corbacho en rueda de prensa para presentar un manual de orientación sobre la duración media de los procesos de baja por enfermedad.
Durante el acto, el titular de Trabajo acotó el futuro Real Decreto Ley que el Gobierno prevé aprobar el próximo 13 de agosto a la ayuda de 420 euros para parados sin prestación ni subsidios, aunque no precisó si finalmente cubrirá un periodo de un año, como piden los sindicatos, o se quedará en seis meses.
Más allá de lo que se apruebe en agosto, lo que el Gobierno tiene claro es que «no» es posible reanudar las conversaciones en la mesa del diálogo social en septiembre a partir de la última propuesta de la patronal, que, a su juicio, ‘dinamitó’ las negociaciones. «La CEOE ha hecho imposible acuerdos», añadió para justificar su acusación diciendo que la patronal acudió a las negociaciones «para que se aprobaran sus propuestas», no para alcanzar un pacto en el que pudieran reflejarse todas las partes «dejando algo por el camino».
Díaz Ferrán «no representa a todas las empresas»
Preguntado sobre si el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, sigue siendo un interlocutor válido en el diálogo social, Corbacho señaló que son las organizaciones empresariales las que deben nombrar a sus interlocutores, no el Gobierno, pero recordó que el 80% de las empresas del país, las que más ocupabilidad aportan, son pymes y, por tanto, están representadas por Cepyme.
Además, Corbacho apuntó que «hay multitud de sectores con su propia representación que han venido siendo interlocutores naturales del Gobierno» y que «no siempre el 100% de la representación se da en una sola organización».
Por otro lado, el ministro de Trabajo también tuvo palabras para el PP, del que dijo que «lleva ocho meses hablando de reforma laboral» y que «se siente plenamente identificado» con la propuesta de la CEOE. Dicho esto, indicó que «el PP tiene que tener el proyecto, no de mostrar acuerdos sobre determinadas materias a través de terceros, sino de poner negro sobre blanco cual es la auténtica reforma que defiende».
La reforma laboral
En este punto, Corbacho se refirió a la retirada o no de la reforma laboral de la hoja de ruta del diálogo social, una de las cuestiones que ha enfrentado a la patronal con Gobierno y sindicatos, y aseguró que fue sacada de las negociaciones desde el primer momento y que, en todo caso, el borrador mencionaba una «revisión» de la reforma laboral de 2006 a largo plazo.
Sin embargo, según dijo, la patronal recuperó la necesidad de una reforma laboral a corto plazo, con un nuevo contrato con una indemnización por despido de 20 días por año. Más aún, aseguró que esta petición, junto con la reducción de 5 puntos en las cuotas de la Seguridad Social, fueron dos condiciones ‘sine qua non’ para seguir hablando de otras cuestiones, que quedaron en segundo término.
Sea como fuere, el ministro de Trabajo indicó que «el mercado laboral español tiene ya una excesiva flexibilidad», como demuestra el hecho de que de los 1,3 millones de empleos víctima de la crisis, más de un millón han sido temporales. Además, indicó que desde 2006 hasta la fecha se han firmado 50 millones de contratos, de los que 44 millones han sido temporales y 6 millones fijos. «Esa es la rigidez del mercado laboral», apostilló.
