Un grupo de 15 países de la Unión Europea liderados por Francia y Alemania han vuelto a presionar a la Comisión Europea para que diseñe una nueva regulación del sector lácteo que asegure su supervivencia.
En un contexto de fuerte competitividad, la disminución continua del pago que reciben los ganaderos por sus litros de leche, y la liberalización del sector, prevista para el año 2015 mediante la supresión total de las actuales cuotas de producción, preocupa a numerosos países.
Mientras, unos 1.000 productores de leche belgas se concentraron ayer en las inmediaciones de las instituciones europeas en Bruselas para reclamar más ayudas. A ellos se han sumado algunos franceses, quienes han repartido vasos de leche entre los funcionarios que entraban al edificio Justus Lipsius. Seis países, Alemania, Francia, Austria, Hungría, Portugal y Eslovaquia, han reclamado que se congele el aumento de las cuotas a partir de 2010 y hasta que se reestructuren los mercados, además de solicitar una reglamentación más estricta de esos cupos.
Sin embargo, la Comisión Europea ha insistido en que no se van a cambiar las decisiones sobre las cuotas. En una declaración conjunta, presentada durante el Consejo de Agricultura de la Unión Europea, los 16 países han reclamado un programa «global» comunitario en el segmento lácteo porque las propuestas que ha presentado la Comisión Europea «no están a la altura» de la dimensión del sector. Estas naciones son Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Estonia, Finlandia, Hungría, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.
«La Unión Europea debe reaccionar ahora, no podemos permitirnos más retrasos; si no, corremos el riesgo de que el sector lechero sufra daños duraderos y que muchas zonas rurales se priven de su principal actividad económica», recoge el texto. El documento apunta que hace falta «una regulación europea» que ayude a los ganaderos frente al futuro incremento de la oferta. Por ello, estos países piden al Ejecutivo comunitario que estudie un «programa europeo para modernizar y adaptar el sector»
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, lamentó por su parte que la última propuesta de la Comisión para hacer frente a la crisis en el sector lechero haya sido «muy poco ambicioso» y advirtió del riesgo de que se «renacionalicen» las ayudas de la política agraria común (PAC) si se promueve que las medidas se adopten a escala nacional.
«Si estás en un Consejo de la UE es para que se actúe desde la Unión Europea«, declaró Espinosa a los medios al término de la reunión de ministros de Agricultura celebrada este lunes en Bruselas. Acciones como, por ejemplo, permitir que los Veintisiete amplíen las ayudas por explotación hasta los 15.000 euros «no es una actuación de la UE, sino de los gobiernos nacionales», advirtió la ministra.
