La pérdida desconocida en el comercio minorista (derivada del hurto de empleados, clientes y proveedores) ha alcanzado este año los 2.805 millones, lo que representa un incremento del 11,75% respecto a los 2.510 millones del ejercicio anterior.
El importe total de la pérdida desconocida representa el 1,36% de las ventas del sector en España y equivaldría a tener cinco días abiertos los establecimientos regalando productos, según destacó en rueda de prensa el director general de Checkpoint Systems para el Sur de Europa, Mariano Tudela.
En concreto, la mitad de las pérdidas (50,2%) provienen de hurtos de clientes, mientras que el 28,4% corresponden a hurtos de los propios empleados y el resto se reparte entre hurtos de proveedores (7,7%) y errores internos (13,7%).
Los operadores del sector atribuyen un tercio de los hurtos externos (cometidos por clientes) a la recesión económica, que influye especialmente en el incremento del robo de artículos de uso cotidiano, como alimentos (carne fresca, embutidos y patés), prendas de vestir y productos farmacéuticos.
Mercancía más vulnerable
Sgún el estudio presentado por Checkpoint Systems, los delincuentes tienden a centrarse en artículos pequeños y fáciles de esconder, caros y de marca, como juegos electrónicos, reproductores de MP3, ropa, cosméticos, perfumes, bebidas alcohólicas, cárnicos y alimentos caros o ‘gourmet’.
Tudela consideró que el hurto de alimentos no se produce tanto por necesidad como por la reventa de estos productos en «canales alternativos».Además, aumentan los dos tipos de delincuencia, tanto la ‘amateur’ (pequeños robos por impulso que cometen personas jóvenes «e incluso amas de casa»), como la profesional, por la que se hurtan grandes cantidades de mercancías y con una táctica preestablecida.
Tudela explicó que el índice de hurtos mostraba en España una tendencia a la baja desde 2002, pero a partir de 2007 volvió a crecer. En cualquier caso, la pérdida desconocida se ha incrementado este año por debajo de la media mundial y europea, lo que atribuyó a que la distribución española «se está preparando» con medidas de prevención. En concreto, el sector ha invertido 745 millones de euros en seguridad, un millón más que el pasado año.