El presidente del PP, Mariano Rajoy, señaló hoy que, «ahora que está tan de moda denostar e insultar a los empresarios, descalificar su labor y poner en deuda su función», es preciso afirmar que la sociedad tiene una «deuda» con los empresarios, «que invierten, crean riqueza y empleo».
Rajoy indicó que los datos reflejan que la situación actual «no nos permiten un exceso de optimismo» y pidió al Gobierno que asuma la realidad. «Los últimos pasos no permiten, sin embargo, muchas esperanzas», refiriéndose a la Ley de Economía Sostenible.
«Es una frivolidad afirmar que estamos mejorando, cuando las propias previsiones del Gobierno en los PGE estiman que en 2010 se destruirán más de 300.000 empleos netos en términos de contabilidad nacional», añadió.
Por otro lado, reiteró que la economía española necesita de reformas estructurales, especialmente de tres: la reforma de la estructura del gasto de las administraciones públicas, del sistema financiero, con especial atención al capítulo de las cajas de ahorro, y del mercado laboral.
No al despido libre
En el caso concreto de la reforma laboral, el líder ‘popular’ compartió con los empresarios la necesidad de acometer medidas que reformen el mercado laboral y lamentó la vinculación de ésta al despido libre. «Cuando se plantea una reforma laboral, se dice automáticamente que se quiere el despido libre», se resignó.
En este sentido, Rajoy consideró «prioritario» incluir en la negociación colectiva el debate sobre el absentismo laboral y la dualidad de contratos (indefinidos y temporales), entre otros, ya que «es un tema que afecta a la competitividad de la economía».
Así, el presidente del PP concluyó que es necesario que las reformas laborales vayan destinadas a «mejorar» la situación tanto de empresarios como de trabajadores. «También a los trabajadores les podría ir mejor con una reforma», sentenció.