Poco a poco España se está convirtiendo en un país en el que las mujeres se ven obligadas a elegir entre su carrera profesional o su maternidad. Según un reciente informe elaborado por el CSIC, la discriminación en el trabajo ha aumentado en los últimos años.
Así, entre otros elementos el informe del CSIC asegura que la maternidad limita más las oportunidades de promoción a las mujeres de las generaciones más jóvenes. Además se resalta que el 75% de las madres trabajadoras han tenido problemas laborales.
Se revela también que existen «muchas diferencias» en el inicio de la convivencia en pareja y el número de hijos, en función de si trabajan o no y del tipo de trabajado que desarrollan, donde las que no tienen una actividad fuera del hogar, trabajan a tiempo parcial o tienen un trabajo no estable, inician antes la convivencia en pareja, adelantan la primera maternidad y tienen más hijos.
Por el contrario, las mujeres con empleo estable, principalmente en el sector público, retrasan la convivencia y la maternidad y tienen menos descendencia.
«Las mujeres de entre 35 y 49 años con trabajo fijo tienen el primer hijo, de media, 3,7 años después de iniciar la convivencia, cifra que aumenta a 4,1 entre las que trabajan en el sector público». Estos datos demuestran que las féminas con empleos fijos han necesitado más tiempo de su trayectoria vital para conseguirlos, lo que les ha llevado, según el estudio, a posponer la unión y la llegada de los hijos.