El número de turistas extranjeros que visitaron España cayó un 8,7% en 2009, hasta los 52 millones, descenso inferior al previsto para el conjunto del año, que se situaba en torno al 10%, según informa el secretario de Estado de Turismo.
En rueda de prensa para hacer balance del ejercicio, Mesquida reconoció que «ha sido un año complicado», marcado por el entorno de la crisis, que ha afectado a los principales destinos turísticos mundiales, entre los que se encuentra España, segundo destino turístico mundial.
Mesquida atribuyó parte de esta caída (cinco millones de turistas con respecto al año anterior, a la espera de los datos definitivos) a la evolución de las economías en Francia, Alemania y Reino Unido, ya que existe «una relación directa y evidente» entre el crecimiento económico y la llegada de turistas.
En esta línea, señaló que los datos apuntan a una «ralentización» en el ritmo de la caída, lo que añadido a unas expectativas económicas mejores en estos países, donde se prevé que el PIB crezca un 1,3% este año, cabe albergar un «moderado optimismo» de cara a 2010, pese a las tasas de paro.
Por ello, subrayó que a pesar la recesión económica este resultado supone el quinto mejor año turístico por llegadas y el tercero en ingresos para el sector, con un alto grado de fidelización, un 85% frente al 83% de 2008.
De hecho, destacó que España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por ingresos por turismo, tras EEUU; el tercero por visitantes, después de Francia y EEUU, seguidos de China; y se mantiene como el primer destino vacacional del mundo.
En un entorno de crisis, Mesquida afirmó que pese a que «nos han visitado menos turistas, éstos han gastado algo más» incrementándose el promedio medio por turista en un 2,1%, pese a que el gasto total alcanzó los 48.000 millones de euros, lo que supone una caída anual del 6,8%.