El futuro comisario de Competencia, Joaquín Almunia, anunció ayer que, si se confirma la salida de la recesión, los países de la UE deberán retirar a finales de 2010 las ayudas públicas extraordinarias que están concediendo a las empresas para facilitarles el acceso a la financiación.
Almunia explicó que su prioridad será «gestionar la crisis financiera y sus consecuencias» y también determinar cuándo deben retirarse las ayudas públicas extraordinarias que los Gobiernos han concedido a los bancos y a las empresas para capear la crisis.
En este sentido, resaltó que la Comisión «tiene que decidir cuál es el momento adecuado para restablecer la situación anterior a la crisis» y para suprimir el marco temporal de ayudas de Estado para la economía real aprobado por Bruselas a finales de 2008 para proporcionar liquidez a las empresas y facilitar su acceso al crédito.
«En principio les avanzo que, si no cambian las expectativas que podemos tener acerca de la evolución de la economía, ese momento adecuado será el final de este año», dijo Almunia.
En concreto, el marco temporal que caducará a finales de 2010 permite a los Estados podrán conceder una ayuda máxima de 500.000 euros por empresa, sin tener que notificarla a Bruselas, para cubrir por ejemplo inversiones o circulante.
También les autoriza a dar garantías públicas para los préstamos con una reducción de prima. En tercer lugar, el Ejecutivo comunitario permite préstamos bonificados, especialmente para la fabricación de productos verdes.
Por lo que se refiere a la situación del sector financiero, el futuro comisario de Competencia recordó que los Estados miembros «han asumido obligaciones financieras enormes en apoyo al sector bancario» y dijo que «ahora la tarea principal consiste en asegurar la reestructuración de los bancos de manera que estos recuperen la viabilidad necesaria a medio y largo plazo para desempeñar su papel financiando la economía real sin necesidad de apoyos públicos».
«Debemos preparar desde ahora una estrategia de retirada de las ayudas recibidas, aunque la aplicación de esa estrategia deba realizarse gradualmente teniendo en cuenta las condiciones de la economía y los riesgos todavía vigentes para la estabilidad financiera», explicó Almunia. Señaló que la situación económica sigue siendo de «gran incertidumbre» y que por ello «no sería responsable» fijar ahora una fecha, pero subrayó que «todo es temporal y todo se acaba».