UGT abre una tímida puerta a la bajada de cuotas empresariales en determinados sectores. Su secretario general, Cándido Méndez, ha declarado en una entrevista concedida a Radio Nacional que vería con buenos ojos esta medida en empresas que atraviesan especiales dificultades.
No obstante, avisó que UFT no está dispuesta a dar el visto bueno a «una rebaja generalizada de cuotas, sea cual sea la cuantía». En este sentido lamentó la oportunidad «perdida por la patronal» en el proceso de diálogo social que fracasó el pasado verano.
En su opinión, hay sectores como el de las manufacturas industriales o los vinculados a la construcción que atraviesan dificultades, pero otros, como el de las comunicaciones, tienen una situación «boyante» y, por tanto, «es una barbaridad» hacer «tabla rasa».
En relación con el aplazamiento de la reforma laboral que el Gobierno tenía previsto presentar hoy, Méndez señaló que es un planteamiento «razonable» por parte del Ejecutivo y «obliga» tanto a la patronal como a los sindicatos a ser «muy ágiles».
Al respecto, señaló que es un problema de «voluntad» más que de tiempo, y dijo que espera llegar a un acuerdo a principios de febrero, aunque se mostró «prudente».
Subrayó la importancia de hacer un «diagnóstico común» para avanzar y también un hecho «que debe pesar en el ánimo de la patronal» en referencia a que la ausencia de «un marco para los convenios de 2009 no ha sido positivo», especialmente para la CEOE.
Para Méndez, gran parte de la destrucción de empleo, además de la caída del sector inmobiliario, se debe a los problemas de crédito, sobre todo para las pymes, por lo que subrayó la necesidad de que se resuelva «el estrangulamiento» del crédito a familias y empresas.
Señaló por último la situación «paradójica» en España, donde, a diferencia de otros países, no ha sido necesario nacionalizar bancos porque el sistema es «solvente», pero «nadie se explica» por qué los recursos económicos públicos que se ha inyectado en las entidades financieras «no se hacen efectivos».