Las obras de prolongación del Paseo de la Castellana de Madrid generarán 34.977 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, en toda España, el 43% de ellos en el sector de la construcción, durante los doce años que durarán los trabajos que supondrán una inversión de 11.000 millones de euros.
El delegado de Economía y Empleo en el Ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, sostuvo además que la prolongación de la Castellana permitirá además «corregir errores» cometidos en el urbanismo de los últimos años.
En la presentación del barómetro, el edil puso como ejemplo el modelo urbanístico llevado a cabo en PAU como los de Sanchinarro, Las Tablas o Montecarmelo, donde se han levantado grandes bloques de edificios pero el pequeño comercio está desaparecido, lo que supone una «pérdida de oportunidades» para la economía madrileña.
«La ciudad tiene que aprender de sus errores», argumentó Villanueva en referencia al hecho de que la nueva centralidad económica de la ciudad apostará claramente por el equilibrio entre viviendas y oficinas.
En 2022, cuando el nuevo distrito ampliado esté totalmente operativo acogerá a 88.000 empleados y 50.000 habitantes. Esta relación contrasta con las de otros distritos de negocios europeos, como las de París-La Défense (150.000 empleados y 20.000 residentes), la City of London (340.000 empleados y 8.000 habitantes) o Canary Wharf (90.000 empleados y 7.000 habitantes).
Los madrileños tendrán que esperar hasta ver materializada la prolongación, actualmente en tramitación por parte del Consistorio. Tras el periodo de información pública, llegará al pleno en 2010, los trabajos arrancarán en 2011 y culminarán en doce años.
Una «city financiera» para Madrid
El edil Villanueva destacó que el proyecto de la Castellana nace con el objetivo de crear un distrito de servicios avanzados «a la altura de los grandes espacios europeos de referencia», con el que contribuir además al nuevo modelo económico que el Gobierno municipal quiere para la ciudad.
Entre sus ventajas competitivas resaltó su proximidad a Barajas mediante Cercanías entre la estación de Chamartín y la T-4 del aeropuerto; la proximidad de instalaciones como Ifema o el futuro Centro Internacional de Convenciones, además de su cercanía a las sedes de las multinacionales españolas localizadas en Madrid y Latinoamérica, como el Distrito C de Telefónica o la futura sede central del BBVA.
La prolongación de la Castellana se extenderá desde el Nudo Norte hasta la M-40, casi en el límite del término municipal de Madrid y a lo largo de un ámbito de 312 hectáreas.
De los más de tres millones de metros cuadrados que se van a transformar con este plan parcial, un 17% son parcelas de uso privado; otro tanto zona verde; un 10% a equipamientos públicos y el resto infraestructuras viarias o ferroviarias.