Las operaciones fraudulentan de banca on-line se dispararon en 2009, creciendo un espectacular 25% con respecto al año anterior, según se anuncia en un reciente informe de los servicios jurídicos de Legálitas, en el que se asegura que la mayoría de las reclamaciones corresponden a casos de phising.
La compañía de servicios legales advirtió de que algunas de las denuncias presentadas son «especialmente graves», con fraudes de varios miles de euros, que llegan a suponer quebrantos muy importantes en las cuentas bancarias de sus clientes.
Legálitas recuerda que perseguir estos fraudes por la vía penal «no suele permitir la recuperación de las cantidades defraudadas», por lo que la vía de reclamación pasa por entender que el perjudicado es la entidad bancaria y no el usuario.
En este sentido, las entidades financieras tienen la obligación de poner a disposición de sus clientes servicios y sistemas seguros, según establece la legislación protectora de los intereses de los consumidores y usuarios, así como la normativa bancaria aplicable a este tipo de operaciones.
El Banco de España lleva varios años insistiendo en la conveniencia del uso de un «doble factor», de forma que las transferencias desde cuentas corrientes realizadas por Internet no sólo exijan haberse realizado con la clave conocida por el usuario, sino que el mismo usuario las confirme posteriormente con una segunda clave o medio.
En caso de que se haya sufrido alguna defraudación de este tipo, el afectado deberá poner el asunto en conocimiento inmediato de la entidad bancaria, de la Policía y confiar la tramitación de la queja a un abogado experto en la materia.