Sin embargo, según aseguran fuentes de la patronal, no está previsto que esta cuestión se ponga sobre la mesa durante la Junta, puesto que se trata de un asunto que no afecta a la CEOE y que se refiere al ámbito privado y empresarial de Díaz Ferrán. 
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán no está atravesando precisamente su mejor momento. De hecho, tras la quiebra de Air Comet, ahora tendrá que volver a afrontar una nueva junta directiva después de que el Ministerio de Economía haya disuelto Seguros Mercurio, otra de sus empresas.
El pasado 16 de diciembre, el propio Díaz Ferrán puso su cargo a disposición de los órganos de gobierno de la patronal por si las noticias referidas a sus actividades empresariales pudieran estar afectando a su labor al frente de los empresarios españoles. En aquella ocasión, tanto el Comité Ejecutivo como la Junta Directiva de la CEOE le manifestaron su respaldo de manera unánime, reconociendo así la labor que está realizando al frente de la CEOE.
Este gesto de Díaz Ferrán se producía después de que Caja Madrid confirmara que le había abierto un expediente por el impago de un crédito de 26,5 millones de euros. Pero ésta no era la única noticia que, en el ámbito empresarial, estaba afectando al presidente de la CEOE, también estaba su aerolínea, Air Comet. Entonces debía hasta seis nóminas a los trabajadores y estaba en negociaciones para su venta a la compañía Air Transport.
Asimismo, días antes se conocía que Trapsa, empresa también propiedad de Díaz Ferrán, y concesionaria del transporte urbano en Guadalajara, había sido condenada por un Juzgado de Guadalajara a cumplir con lo pactado y abonar los incrementos salariales acordados para 2009, del 3%, tras una demanda de conflicto colectivo promovida por CC.OO.
La pelota en el tejado de Marsans
Actualmente, Díaz Ferrán tampoco atraviesa por sus mejores momentos. Tras la quiebra de Air Comet, las miradas están puestas ahora en el Grupo Marsans, propiedad que comparte con Gonzalo Pascual.
El grupo turístico está inmerso con sus bancos acreedores (entre los que se encuentran Banco Santander, Banco Sabadell, Caja Madrid, la Caixa y Banesto) en la refinanciación de una deuda de 120 millones. Los dos socios lograron ya una inyección de 70 millones de euros con la venta de parte del negocio de autobuses de Trapsa, integrada en el conglomerado de empresas del grupo Marsans que controlan ambos empresarios, al grupo Avanza, propiedad del fondo británico de capital riesgo Doughty Hanson.
Sólo Air Comet, que quebró el pasado 21 de diciembre tras dejar a más de 700 trabajadores en la calle y a unos 7.000 pasajeros varados, debe cerca de 150 millones a otras empresas del grupo Marsans y 160 millones de euros a terceros.
Entre ellos, 16 millones a la Seguridad Social, otros 10 millones de euros por hasta nueve nóminas impagadas (sin incluir indemnizaciones), varias cantidades sin determinar a proveedores de combustible y más de 25 millones de dólares (unos 17,2 millones de euros) con el banco alemán Nord Bank por el embargo de los aviones.
Diálogo social
La situación por la que atraviesa Díaz Ferrán se produce además en plena negociación de la reforma laboral en el marco del diálogo social con los sindicatos y el Gobierno.
Al respecto, los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, confiaron hoy en que la decisión del Ministerio de Economía y Hacienda de disolver Seguros Mercurio «no interfiera» en el diálogo social.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó que Díaz Ferrán sigue teniendo legitimidad para dirigir la patronal CEOE, pero admitió que no sabe si es «representativo» de los empresarios españoles.
Algunos de los representantes de los empresarios también han dado ya un paso al frente para defender al patrón de patronos. Así, el presidente de CEIM, Arturo Fernández, mantuvo que Gerardo Díaz Ferrán sigue siendo el presidente «más idóneo» para la CEOE.
