El Gobierno aprobará en un plazo de dos semanas un nuevo impuesto extraordinario para las personas cuyos ingresos, ahorros, acciones y propiedades superen ampliamente el millón de euros, según ha anunciado la Cadena SER.
La intención del Gobierno es agilizar al máxiimo la tramitación de este nuevo impuesto en las Cortes para que pueda entrar en vigor lo antes posible, incluso a finales de año. El nuevo tributo sería similar al suspendido Impuesto de Patrimonio y se inspira en el impuesto sobre la Fortuna francés.
Este nuevo impuesto vendría a complementar las medidas de ajuste anunciadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hace una semana y que aprobará esta tarde el Consejo de Ministros, que buscan atajar el déficit (situado en el 11,2% en 2009) mediante un recorte del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la supresión del ‘cheque bebé’ y la reducción en más de 6.000 millones de las inversiones, con especial incidencia en la obra pública.
Fuentes sindicales consultadas por Europa Press aseguraron que el Gobierno no les ha anticipado en la reunión de esta mañana sobre el diálogo social ningún detalle de la creación de este tributo extraordinario que gravaría las rentas más altas.
Por su parte, fuentes de la Administración tributaria señalaron que no les extrañaría que el Gobierno tomara una medida de este tipo, aunque afirmaron desconocer los planes del Ejecutivo. «Han blindado como nunca este Consejo de Ministros», subrayaron.
En cualquier caso, explicaron que un nuevo impuesto no puede aprobarse mediante un Decreto Ley, sino que exige la elaboración de una nueva Ley que tiene que pasar por el Parlamento. Además, con esta medida, el Gobierno haría un guiño a la izquierda, que reclama que el ajuste recaiga sobre los que más tienen.
Precisamente, Zapatero confirmó ayer que el Ejecutivo prepara una subida fiscal para «los que más tienen» y aseguró que, cuando se conozcan sus planes, quedará «muy claro» que el aumento no afectará a la clase media. En la última de las ruedas de prensa con motivo de las cumbres UE-América Latina y Caribe, Zapatero no quiso dar «ningún detalle» sobre esa subida fiscal, pero ya no lo planteó como posibilidad, como había hecho pocas horas antes al decir que el Gobierno tomaría una decisión cuando lo considerase «conveniente».
Así, tras decir que la subida no afectaría a las clases medias, en su última comparecencia no aclaró si lo que prepara el Gobierno es recuperar algún impuesto o crear uno para las grandes fortunas y si descarta hacer algún cambio en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que grava fundamentalmente las rentas del trabajo.