El mercado de oficinas ha completado su ajuste y ha comenzado a superar los dos años de crisis que encadena, adelantándose así al sector residencial, según asegura el director general de Negocio de la consultora inmobiliaria Aguirre Newman, Ángel Serrano.
El ajuste de este sector inmobiliario terciario ha supuesto un descenso medio del 30% en los precios de alquiler desde comienzos de 2008, y la reducción del número de metros cuadrados de oficinas alquilados.
«El mercado de oficinas tocó suelo en la primera mitad de 2009 y está empezando a repuntar, apoyado en la corrección de las rentas, que se han ajustado a precio de mercado», explicó Serrano. «Las empresas están aprovechando estos precios para cambiarse a una oficina de más calidad y mejor ubicación», añadió.
Según sus datos, tras el ajuste, el metro cuadrado de oficinas en los centros de negocio de las grandes ciudades se sitúa en el rango de entre 28 y 30 euros por metro cuadrado y mes, frente al máximo alcanzado de entre 40 y 42 euros.
Una corrección de precios que, según el directivo de Aguirre Newman, no se ha realizado en igual medida en el segmento residencial. De ahí las «dos velocidades» que, en su opinión, mostrará el mercado inmobiliario a la hora de superar la crisis. «El sector terciario entró en crisis después que el residencial, pero saldrá antes», resaltó.
Por lo que al mercado de oficinas se refiere, la consultora prevé que en el ejercicio 2010 el arrendamiento de este tipo de espacios crezca un 30% en comparación a 2009 y que las rentas contengan su ritmo de bajada.
Del lado de la oferta, en la actualidad Madrid y Barcelona suman aún un ‘stock’ de casi dos millones de metros cuadrados de oficinas vacías y a la espera de inquilino, registrando así máximos históricos en cuanto a porcentajes de disponibilidad.
En concreto, del total de espacio libre, 1,20 millones de metros cuadrados corresponden a la capital, lo que constituye el 10% de su parque total de doce millones de metros, y los 758.000 restantes a Barcelona (el 12,8% del total).
Aguirre Newman confía en la vuelta a porcentajes de superficie disponible «más sanos» (en el entorno del 7%) de forma paulatina a la mejora del comportamiento de las principales variables macroeconómicas.