La Reforma Laboral recala hoy en el Congreso de los Diputados para ser definitivamente aprobada. El Gobierno tendrá que convencer a algunos de los grupos para lograr corregir las cinco enmiendas que la oposición logró introducir durante el trámite en el Senado.
La intención del PSOE es que el texto al que dé luz verde el Congreso «sea lo más ajustado posible» al que aprobó la Comisión de Trabajo a finales de julio. Eso sí, incorporando las 23 enmiendas que el PSOE pactó con el resto de formaciones.
Entre los cambios destaca la reducción de 100 a 30 días del ‘periodo de gracia’ del que disponen los parados para rechazar cursos de formación sin ser penalizados, así como modificaciones en el marco de la intermediación laboral de las empresas de trabajo temporal (ETT) y las nuevas agencias de colocación.
El PSOE ha intensificado en las últimas horas sus contactos con las distintas formaciones y se ha garantizado los votos del PNV para una de las enmiendas más complejas, introducida por CiU, que modificaba el artículo relativo a las causas del despido objetivo de una forma que, según los socialistas, «desvirtúa» y amplía los supuestos.
Según han explicado fuentes parlamentarias, pese a este apoyo, el portavoz de Trabajo del PSOE, Jesús Membrado, no ha convencido a su homólogo del PNV, Emilio Olabarria, para que dé marcha atrás en su intención de forzar la supresión de la prevención legal que obliga a tener en cuenta el nivel de absentismo global de la empresa a la hora de despedir a un empleado por faltar a su puesto de trabajo, con lo que se facilitaría esta opción.
Tanto el PP como CiU, Coalición Canaria, UPyD y UPN están dispuestos en principio a apoyar esta enmienda, sumando 174 escaños que superan en número a los 169 socialistas. Sin embargo, éstos cuentan a priori con el apoyo de los ocho diputados que suman ERC, IU, ICV, BNG y Nafarroa Bai, y aunque desde el PSOE admiten que la votación será ajustada, confían en obtener la victoria.
El Congreso ya modificó a finales de julio las condiciones que justifican el despido por motivos de absentismo laboral, que la ley mantiene en un límite del 20% de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos, o el 25% a lo largo de cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de un año, si bien recortó el umbral con el que se calcula en relación con la media de la plantilla, que los socialistas aceptaron rebajar del 5% al 2,5%.
Además, el PSOE quiere eliminar otra de las enmiendas introducida por el PNV y que obliga a las empresas a hacer fijos sólo a aquellos trabajadores que hayan encadenado contratos durante tres años en una empresa desempeñando el mismo puesto de trabajo y con idéntica actividad, mientras que en el texto original sólo tenía que estar en la misma empresa durante ese mismo periodo, para lo que igualmente confía en los votos de la izquierda parlamentaria.