José Luis Rodríguez Zapatero, ha apostado por tener una «visión distinta» de lo que es considerado empleo y desempleo como consecuencia de la crisis y ha asegurado que los desempleados que estén recibiendo formación no deben ser considerados parados porque están «trabajando para el país».
Además, apostó por «generar nuevas ideas» y puso como ejemplo que la protección social esté «más vinculada» al trabajador y que se apoye «más directamente» al empleado que al puesto de trabajo o a la empresa.
«Ésta es la clave», indicó Zapatero, tras asegurar que España, por cómo ha vivido la crisis, «será un buen laboratorio».
«Ahora lo que tenemos que hacer es aproximarnos a este gravísimo problema social con una nueva mirada que nos exige la crisis, la formación por encima de cualquier otra política, que cada desempleado tenga una vinculación con el trabajo, con la actividad, con la formación», reiteró.
En este sentido, recordó que en España se acaba de aprobar una reforma laboral y que ahora el país se encamina hacia una reforma de las políticas activas de empleo.
El jefe del Ejecutivo señaló que, a pesar de la «grave crisis» de desempleo, en España el 80% de los desempleados está percibiendo algún tipo de prestación, y admitió que la economía española tiene una tasa «muy alta» de paro, que atribuyó a la «explosión demográfica», tras haberse incrementado la población activa en 5,2 millones de personas en la última década.
«Hoy hay más personas trabajando en España que en 2004, pero el crecimiento de la población ha sido impresionante y por eso la crisis nos ha dado tan duro en la tasa de paro», subrayó.