Las primeras reacciones de las Cámaras de Comercio no se han hecho esperar, en concreto las de Almería y Badajoz, que consideran que la supresión de la cuota obligatoria a la Cámara de Comercio perjudica directamente a las pymes.
Dicha supresión forma parte del paquete de nuevas medidas ideada por el presidente del gobierno que se anunció el pasado 1 de diciembre para dar confianza en los “mercados” y reducir la deuda del país.
Por la parte del Comité Ejecutivo de la Cámara de Badajoz se ha afirmado que la eliminación de la cuota supone un «perjuicio directo» para las pymes y argumenta que las principales beneficiarias son las grandes empresas.
En las críticas a la nueva medida del presidente Zapatero, se destaca desde dicha cámara el hecho de que un «setenta y cinco por ciento (de las pymes) o no paga o tienen una cuota inferior a veinte euros al año» y se esgrime que los ingresos de las cuotas están relacionados con los beneficios de las empresas, por lo que las Cámaras están adaptadas a la coyuntura económica de las sociedades.
Por otro lado, desde la Cámara de Almería, se afirma que la medida ha sido poco “meditada” y “unilateral”, y que sólo genera “incertidumbre”. Martínez Cano, presidente de dicha entidad, ha señalado, desde su punto de vista, el grave perjuicio para las pymes que significa este cambio en la legislación, “creo firmemente que si se suprime el Recurso Cameral quien pierde son las pymes”, y además añade que lo que no pagan las pymes lo tendrá que pagar el ciudadano, “… y las ayudas a la internacionalización y a la formación tendrán que salir de los impuestos de todos en lugar de las Cámaras”.
Martínez Cano también se muestra molesto por el beneficio que supone la iniciativa para las grandes empresas en perjuicio de las pequeñas y medianas empresas, “quien paga las cámaras son las grandes empresas, es de hecho el sistema más redistributivo que hay en el país: los que más tienen, más pagan, y los que menos tienen, los que más reciben”.