Tradicionalmente el colectivo de trabajadores con más de 55 años ha sido uno de los grandes perjudicados por las crisis periódicas de empleo que ha atravesado nuestro país, y en esta ocasión no hemos sido una excepción.
Según Eurostat, la tasa de empleo de este colectivo se contrajo al 44,1% en 2009, frente al 45,6% del año anterior, lo que supone una caída de dos puntos porcentuales frente a la media de la Unión Europea, que alcanzó una media del 46%. A falta de conocer los datos de 2010, los datos no pintan bien.
En 2000, la UE se marcó como objetivo incrementar la tasa de empleo de las personas mayores hasta el 50% en 2010. Pese a que este logro es casi inalcanzable por la crisis, el promedio de la UE ha avanzado considerablemente, hasta un 46% desde el 37,8% que se registraba al inicio del siglo.
Aún así, las diferencias dentro de la UE continúan siendo elocuentes, con Suecia como estandarte del empleo de la población entre 55 y 64 años, al alcanzar una tasa del 70%.
A casi diez 10 puntos de distancia, se sitúa Estonia con una cifra del 60,4%, mientras que Dinamarca y el Reino Unido comparten un 57,5%. Alemania y Chipre registran tasas en torno al 56%, en tanto que Finlandia y los Países Bajos superan el 55%.
Por su parte, la rescatada Irlanda registra un 51% de empleo entre personas mayores, al tiempo que Portugal alcanza casi el 50%.
Rumanía y Grecia superan el 42%, mientras que Austria registra un 41,1%. Mientras, el resto de países de la UE ni siquiera logran que un 40% de las personas mayores estén empleadas. Entre estos países figuran Francia, Luxemburgo, Italia y Bélgica, lista que cierra Malta, con un 28,1%.
