La mayor parte de los jóvenes de nuestro país (de entre 15 y 24 años) tiene un contrato temporal. Concretamente el porcentaje de jóvenes trabajadores que no disponen de un contrato indefinido es del 56%, una cifra que supera en 15 puntos a la media de la OCDE.
En el conjunto de la OCDE, la tasa de temporalidad en el empleo de los jóvenes asalariados no es demasiado elevada. El promedio se sitúa en un 24,5% en 2009, pero la cifra alcanza el 41,5% entre los miembros de la antigua UE-15
España tiene una tasa de temporalidad entre los jóvenes que más que duplica la media de la OCDE (24,5%) y también se sitúa notablemente por encima de la media de la UE-15 (41,5%). Además, es más del doble del nivel de temporalidad que tiene la población española en su conjunto y que alcanza el 25,4%.
En la UE-27, el primer lugar lo ocupa Eslovenia, donde dos terceras partes de la población joven tiene un trabajo temporal, figurando a continuación Polonia, con un 62%, y Alemania, con un 57,2%.
Portugal, Suecia, Suiza y Francia también superan ampliamente el 50%. En los Países Bajos se alcanza un 46,5% y en Italia, un 44,4%; mientras que Luxemburgo y Finlandia se sitúan en el entorno del 39%. Entre los restantes países que también superan la media de la OCDE, aunque de forma menos acusada, cabe destacar a Austria (35,6%), Bélgica (33,2%), Canadá (27,8%), Japón (25,5%) e Irlanda (25%).
En cambio, los países de la OCDE que ofrecen mayor estabilidad en el empleo a los jóvenes asalariados son fundamentalmente Dinamarca, con un 23,6% de temporalidad y el Reino Unido, con un 11,9%, al tiempo que en Estados Unidos y Australia los jóvenes tienen un empleo estable en más de un 90% de los casos.