Invertir en la rehabilitación de nuestra vivienda será a partir de ahora más ventajoso. El Gobierno ha adelantado que ampliará hasta el 20% la desgravación en el IRPF por este particular, en una maniobra que tiene como objetivo principal reimpulsar el consumo y aliviar la situación que atraviesa buena parte del sector de la construcción.
Hasta ahora, la normativa vigente permitía deducirse el 10% de las cantidades invertidas en obras y reparaciones domésticas con un límite máximo de 4.000 euros por contribuyente.
Los contribuyentes con una base imponible inferior a 33.007 euros podían beneficiarse de la deducción completa y este importe de la deducción se reducía progresivamente hasta eliminarse para los contribuyentes con base imponible superior a 53.007,20 euros. La deducción, de carácter temporal, se podía aplicar a las obras de mejora que se realizasen antes del 31 de diciembre de 2012.
Con las modificaciones aprobadas, se extiende la deducción más allá de la vivienda habitual, hasta cualquier otra vivienda, incluidas las que se pongan en alquiler, con la única excepción de que no estén afectas a actividades económicas por parte del contribuyente. La reforma eleva, asimismo, el límite máximo de base de deducción anual, hasta los 6.750 euros.
Además, se eleva el límite máximo de renta que impide beneficiarse de este incentivo fiscal. Se establece que los contribuyentes con una base imponible igual o inferior a 53.007,20 euros podrán beneficiarse en su totalidad de la deducción, rebajándose ésta progresivamente hasta quedar a cero para los contribuyentes con una base imponible superior a 71.007,20 euros.
