A menudo las empresas se sientan una vez cada tres meses o cada seis para hacer balance y ver de dónde venimos, dónde estamos y hacía donde vamos. Esto es conocido como la revisión de objetivos, un buen momento para reflexionar pero con precaucación para no caer en el llamado efecto pigmalión.
Gracias a iniciativa LideraTV de Fundación Banesto, esta semana profundizamos un poco más en el efecto pigmalión. Este daño colateral que se puede sufrir a la hora de hacer una revisión de objetivos puede llevar a la ruina una empresa o ayudarnos a sacarla adelante. Explicamos un poco más este efecto.
El efecto pigmalión o profecía autocumplida en un negocio se da cuando el jefe o empleado tiene unas expectativas o previsiones sobre un tema y es motivado para conseguirlas. A veces este efecto es positivo para que los trabajadores intenten llegar a unos objetivos.Sin embargo, en otras ocasiones, ocercarse en el tema puede dar lugar a una frustación o desmotivación.
Por ello, las empresas intentan paliar los efectos de la profecía autocumplida. Para ello, hacen revisiones periódicas sobre los objetivos esperados y evaluando la situación real del mercado para analizar la realidad y las posibilidades. En base a ello, ven si hay que aumentar o disminuir las metas predeterminadas.
Para finalizar con este tema, os dejamos con el nuevo capítulo de la serie de humor de LideraTV, Material obsoleto. En esta ocasión, los chicos de la empresa de enciclopedias tratan el tema de la revisión de objetivos de una manera muy peculiar. ¡No os lo podéis perder!