1. Diversificar
Una de las claves principales consiste en diversificar las inversiones para minimizar los riesgos y aumentar las posibilidades de crecimiento
2. Invertir de forma secuencial.
Invertir en el tiempo, de forma similar a un plan de pensiones, aportando progresivamente y eliminando el riesgo
3. Admitir los errores.
Deshacer las posiciones que se han tomado cuando éstas llegan a generar un límite determinado de pérdidas
4. Entender que no existe un riesgo ilimitado.
Cuando se entra una posición determinada se debe saber cuánto se está dispuesto a perder y conocer el riesgo. No existe un riesgo ilimitado
5. Tener cuidado con la prensa y los grandes titulares.
Los grandes titulares contienen una gran carga emocional y muchos inversores tienden a dejarse guiar por las noticias que aparecen en los medios. Hay que ser fiel a las creencias e instintos propios y prestar atención a los datos
6. Es muy importante la objetividad.
Hay que buscar un método de gestión que se adapte a las necesidades propias, y respetarlo. Es muy útil crear un plan y tratar de seguirlo, sin ir cambiándolo cada día en función del estado de ánimo. Hay que ser objetivo y no actuar por impulso