El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha achacado a la derrota socialista del 22-M, el fracaso de las negociaciones para la reforma de los convenios colectivos. Concretamente, el ministro ha afirmado que «ha habido influencia clara de las elecciones del 22-M y de la nueva situación política»
Según ha asegurado, la propuesta presentada por la CEOE el pasado 30 de mayo «no permitía alcanzar un acuerdo», ya que planteaba la eliminación de las ultraactividad y una flexibilidad interna no negociada. «Más que hacer valoraciones de quien es el responsable de la ruptura es mejor acudir a los contenidos de las propuestas de cada uno», ha dicho.
Sobre por dónde irá la reforma que el Gobierno aprobará el próximo viernes, ha insistido en que será «prudente y tranquila» y que es de esperar que esté en vigor el próximo otoño. En el marco de una jornada sobre Desempleo Juvenil organizada por el Consejo Económico y Social (CES) y el Comité Económico y Social Europeo, el titular de Trabajo ha dicho que el Ejecutivo partirá de los acuerdos «no escritos» alcanzados por patronal y sindicatos poco antes del «relativo fracaso» de las negociaciones.
Más allá, Gómez ha explicado que el Gobierno no eliminará la ultraactividad de los convenios cuando éstos caduquen, e impulsará los mecanismos de mediación y arbitraje para solucionar los conflictos. Asimismo, ha dicho que el Ejecutivo facilitará la flexibilidad interna en las empresas, tanto en materia de jornada laboral como en las condiciones salariales, pero articulada de forma «dialogada».