El Gobierno aprobará hoy la reforma de la negociación colectiva. El objetivo es, tras la ruptura de la negociación entre empresarios y sindicatos, intentar dotar de mayor flexibilidad a las empresas sin que se vean afectados los derechos y la protección social de los trabajadores. La reforma se tramitará como un proyecto de Ley, por lo que admitirá enmiendas durante su tramitación en el Congreso.
La reforma resuelve los principales puntos de desencuentro entre patronal y sindicatos, como son la ultraactividad o renovación automática de los convenios y los mecanismos de solución de conflictos, la flexibilidad interna y la estructura de la negociación colectiva.
Así, el texto garantiza que los convenios no decaerán cuando no haya acuerdo para su renovación, como pedía la CEOE, y establece una horquilla de entre 12 y 18 meses como plazo máximo para las negociaciones antes de que, en caso de no haber acuerdo, entren en funcionamientos mecanismos de mediación y arbitraje.
Además, mandata que sean los agentes sociales los que acuerden como contenidos mínimos de los convenios estos sistemas de solución extrajudicial de los conflictos, y da mayor peso a las comisiones paritarias como herramienta para interpretar los convenios colectivos en caso de discrepancias, con carácter previo al planteamiento formal del conflicto en los órganos de mediación y arbitraje.
Por otro lado, la reforma establece que los convenios de empresa podrán prevalecer sobre los sectoriales provinciales en algunos aspectos relacionados con la flexibilidad interna. Así, según el borrador remitido por el Gobierno a los agentes sociales, el empresario podrá disponer con carácter general del 5% de la jornada de trabajo anual para distribuirla de manera irregular, salvo pacto en contra con los representantes de los trabajadores.
Otras de las cuestiones que podrán abordarse desde el convenio de empresa serán la cuantía del salario base y de los complementos salariales, el abono de las horas extraordinarias, modalidades de contratación, la adaptación al ámbito de la empresa del sistema de clasificación profesional de los trabajadores o las medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal.
Con todo, el ministro de Trabajo no ha dado por cerrada la reforma, pues ha emplazado a los sindicatos y empresarios a seguir negociando en materia de flexibilidad interna, a fin de aprovechar el proceso de enmiendas y poder amoldar los cambios introducidos por el Gobierno.