La delegación de la patronal, compuesta por Alberto Nadal, adjunto a la Secretaría General de la CEOE, y José de la Cavada, director de Relaciones Laborales, propuso a los sindicatos congelar los sueldos en 2012 y 2013. Para 2014, la patronal está dispuesta a estudiar la posibilidad de que los salarios suban ligeramente si mejora la situación económica.
Además, los empresarios, en línea con el discurso tradicional del Banco de España, no aceptan las cláusulas de revisión salarial que garanticen el poder adquisitivo de los trabajadores. Como mucho aceptarían una nueva cláusula en que la referencia no fuera el IPC español como hasta ahora, sino el europeo, al que habría que descontarle la evolución de los precios de la energía y de los impuestos. España tiene habitualmente una inflación más alta que la de la Unión Europea. Por lo que tomar este referente que propone la CEOE, dificulta la pérdida de competitividad de las empresas españolas, pero hace casi imposible mantener el poder adquisitivo de los asalariados.
Los sindicatos, como era de esperar, rechazaron la propuesta. Aceptan que los salarios crezcan por debajo de la inflación de 2012 a 2014 y a dar más flexibilidad a las empresas para que negocien los sueldos con sus trabajadores. A cambio, reclaman garantías para el poder adquisitivo y que se controlen los precios de los productos básicos y los beneficios empresariales.
La cita de ayer fue posterior a las palabras del líder de CC.OO, Ignacio Fernández Toxo, en las que afirmaba que era posible alcanzar un acuerdo de moderación salarial. Para ello, será necesario que tanto él como el líder de UGT, Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, que mantendrán una reunión el lunes, se esfuercen al máximo.
