Según una encuesta elaborada por Randstad, los empleos de verano son siempre un valor añadido de cara al currículum profesional, en especial para todas aquellas personas jóvenes que buscan un primer empleo o una puerta de entrada al mundo laboral.
Según los datos de la encuesta, realizada a 1.256 personas, a la hora de buscar un empleo coexisten objetivos distintos. La mitad (52%) desea que la temporada estival sirva para incrementar sus ingresos económicos, mientras que un 22% lo que espera es entrar de nuevo en el mercado laboral. Este perfil se completa con los trabajadores (19%) que utilizan el contrato estival para conseguir aumentar su experiencia y por tanto su empleabilidad. El 7% restante busca en el empleo de verano otros objetivos.
La encuesta encuentra también diferencias en función de otras variables. El dinero es una prioridad mayor entre los hombres que entre las mujeres, aunque a ellos les preocupa más este patrón entre los 30 y los 44 años y a ellas cuando son algo más jóvenes, de 25 a 29 años.
En este sentido, aumentar la experiencia profesional para ir consiguiendo un mejor currículum es la mayor preocupación para las mujeres menores de 25 años y que se encuentran ante su primera oportunidad laboral. También se detecta esta percepción dentro de las mujeres mayores de 45 años, que no han trabajado con anterioridad, y que deciden por diferentes razones buscar un empleo de verano.
