¿Cómo son percibidas las soluciones de gestión empresarial en la nube? ¿Ha desaparecido la resistencia al cambio en las pymes españolas? Son dos de las preguntas a las que hemos intentado dar respuesta hoy en nuestro Debate MC «Soluciones de Gestión en la Nube: ¿Futuro o presente?»
En nuestra mesa redonda, como viene siendo habitual, hemos contado con ponentes de primer nivel. Así, hemos tenido la oportunidad de vivir un intenso debate protagonizado por Jorge Pascual (Director General de anfix), Iosu Buenetxea (Director General de MySaaSPlace), Carlos Giménez Borrajo (Country Manager de E-conomic), Juan Mora (Director de Sage One), Álvaro Ramis (Director General de Tugestionline) y Tomás Font Zapater (Director de la Unidad de Negocio de Despachos Profesionales de Wolters Kluwer).
¿Las conclusiones principales que se ha llegado en este debate? Aunque nos explayaremos en un artículo especial que publicaremos en las próximas semanas, os mostramos a continuación algunas de las conclusiones que nos han parecido más interesantes:
- Sigue habiendo una fuerte resistencia al cambio. Sobre todo en el terreno de la pequeña empresa. Y no se trata tanto de la seguridad de los datos, sino sobre todo de quién puede acceder a los mismos.
- La tecnología no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar el negocio. Si no lo hace, no importa que sea una solución cloud o on-premise.
- Las soluciones cloud tienen más sentido cuando son capaces de integrar al asesor o el despacho profesional, que es al final quien va a hacer buena parte del trabajo en este terreno.
- En España sigue habiendo un elemento cultural muy fuerte que va a costar cambiar. La conocida como generación Y abraza mucho antes el cambio, mientras que en la generación X la resistencia es mucho mayor.
- El mercado de las soluciones cloud de gestión empresarial sigue siendo pequeño (unos 12 millones de euros) y se espera que alcance cierta madurez dentro de cinco años.
Es decir el mercado SaaS crece, pero a un ritmo lento. Por supuesto, la omnipresente crisis económica tampoco ayuda a que las empresas se decidan a invertir en TIC, por muchas ventajas que presenten este tipo de soluciones.
